Hi-Fi Business

... Después vinieron agitando banderas. Es el final, decían, todos los campanarios cantaban sus gargantas y se arrancaron los uniformes. Alerta en la rosa de los vientos. Alargar los brazos y tocar, llegar a tocar, casi tocar, rozar, la punta de los dedos. Mientras tanto todos los relojes seguían su cuenta atrás, las floristerías se vestían de gala y regalaban máscaras de gas en los supermercados.

Hubo uno que no quiso gritar. Se lo llevaron por delante.

Seamos duros, dijo otro, aprovechemos el fuego para echar más madera, vinieron Barrabás, Torquemada y Caín, vinieron teóricos con bigote, doctores con bigote y militares con bigote y todos eran el mismo. Se alinearon con afán en cuidadosas tropas de a millón y cada uno se encomendó a sus dioses. Fotos de padres, de madres, de hijos y de espíritus santos, ellos nos apoyan, cada uno se decía, vinieron batallones de desgarbados románticos, de desesperados y de hambrientos, vinieron piedras, cristales y metales con el estómago en forma de fosa común y quien caiga más profundo llegará más alto en el gran cielo de los descerebrados ilustres, llamaremos a la televisión y el mundo entero verá el espectáculo, pondremos luces en las esquinas, haremos moviola en las jugadas más interesantes y venderemos camisetas.
Iluminados, profetas, conquistadores, la sota de bastos y el alfil de picas, príncipes, supermanes, putas, santas, cocineras y reinas, sirenas, sirenas y más sirenas, polvo, sonido en bruto sin ritmo ni compás, un concierto gigante de dientes apretados y mástiles que se parten sin final, están formando, decían todos.
En otro lugar, frente a un monitor de alta definición, una voz terminaba de rezar su oración diciendo... Uno...
... Dos...
... Y tres

Samstag, 31. Januar 2009

Lehre

ya no te echo de menos ya no recuerdo
los inviernos con nieve ni el parque Paraíso
ni los paseos en bici sobre el puente de piedra
ni de tu cocina en Jena con tantos cubiertos

ya no me acuerdo ya he olvidado
el humo que salía del tinto de tu música
de los besos por la escalera y de las dos de la madrugada
de cuando te ibas enfadada y yo miraba por la ventana

ya se me ha pasado ya no distingo
cuál casa era la tuya y cuál la mía
ni las 756 veces que te dije lo mismo

y me quedé mudo sordo y quieto
esperándote en tus fotografías sonriendo
mientras pasaba todo el tiempo

Sonntag, 18. Januar 2009

y otra de arena

El Otonio se cerró con veneno, el Invierno se curaba las heridas con drogas y a dieciocho grados bajo cero no hay ni gatos por los callejones. Mientras tanto, las postales decían otra cosa.
Pá, Merchi, Miguel, Punki, Anita, Gitano y muchos más, qué fue lo que nos metimos? todos teníamos algo de algo y, entre algo y algo, chaparrones por las avenidas, botellas en los bolsillos del abrigo y tabaco nervioso y mal liado. Un gramo de Speed y otro de eme-dé-eme-a, los pillé para la ocasión, la ocasión de perder el estilo, torcer la boca y dejarse seducir por la barbaridad y el escándalo. Tenía derecho. Soy un buen trabajador, hago bien mi cometido y nadie tiene queja. Puedo permitírmelo.
Menuda pandilla de gente respetable. Un manojo de ángeles torturados buscando la redención en el canto de un carnet. Licor y humo, frío, música altísima y, en el espejo del club, mi cara torcida Tengo la cara torcida - No te preocupes, con ésto se te pondrá peor, la gloria, mi alma lo necesitaba, ventiscas, zarpazos y martillazos. Fuera, los demás no intentaban ocultar nada. Todo era perfecto, exagerado y grandioso.
Haciendo la ronda nos uníamos a cualquiera que quisiera, ventanales esquinas plazas y fuentes, armándola por el camino, desenfundando botellas, pidiendo hielo, rellenando los vasos, las carcajadas de Merchi y los cantes de Gitano, otra? - otra, brindando con todos mientras buscábamos una guitarra, otro chaparrón y a otro local. Íbamos benditos. Podría florecer el suelo a nuestro paso.
Abusando a mordiscos de una noche perfecta, el placer del veneno en pequenias dosis, el violín entre conjurados que se olvidan del disimulo, viviendo a bocados y que cruja todo lo demás. Poesía en estado puro. A las cinco de la tarde se me olvidó el eme. Me quedé dormido en el sofá con el alma serenamente al revés, satisfecho y aterrizado, iluminado e inconsciente.

Sonntag, 11. Januar 2009

 
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