La borrachera de Ella Fitzgerald

La borrachera de Ella Fitzgerald, que hoy no canta bien. La borrachera de Ella Fitzgerald. De fumar y de botellines de cerveza. La que lleva. Y no encuentras a Sevilla ni debajo de la barra. No me queda para comprar tabaco, y esta ropa que apesta a humo. Y dónde habrá un balcón cuando se necesita?. En el piso de Miguel había balcón, una vez vomitamos un amigo y yo. Desde el segundo. Sí. Aquí me queda un cigarro. Tengo la boca seca.
Y después te mandan una postalita. Una firmita abajo y una despedida. Y se te pasan los días y lo mismo le escribes maniana, pero en fin. Y les pides disculpas estoy en la cárcel les dices y es un chiste, claro, un chiste, y se ríen todos juntos y brindan, y no sales en las fotos porque estás escuchando cantar a Ella Fitzgerald que esta noche está borracha. Seguro que ha fumado. El cenicero va lleno de colillas. Maniana pongo la lavadora. Claro, la lavadora.
Y te metes en un aeropuerto y no te dejan fumar. Y te pasas un día entero de viaje, y te arreglas, y ves a tu madre, que siempre está fabulosa, y después sales por otro aeropuerto y los que pulen el suelo se conocen y se saludan y en fin, que lo mismo es un tren. Y te miran el billete con cara de periódico. Y te vas a otro sitio sólo para ver a los colegas que te quedan vivos. Vaya la que lleva Ella Fitgerald. No da una en el clavo. Y como es viernes te pides un güiski y brindas al aire como los toreros, hehehe... una plaza por aquí cerca. Sí hombre. Por lo menos te puedes tomar tres. Algo es algo. Algo. Tomas ese algo como si te salvara. Pffff. Y qué vas a contestar cuando te preguntan?. Son los mejores días de mi vida. Y bueno no está mal no es una cárcel. Un balcón. Un balcón para qué? si la semana que viene nieva otra vez. Y te olvidas hasta de echar de menos. Sí. Te olvidas de echar de menos. Eso lo tengo que escribir. Y qué mal canta la Fitzgerald. Hoy no está fina.
Y dónde estará la de la barra?. Y cómo es que cierran tan pronto?. En Sevilla seguro que quedaría algo abierto. O me pasaría por el piso de alguno. Y cada vez que escribo la fecha de hoy se me ponen los vellos de punta. Me pongo malo cuando leo en algún lado tres de Noviembre del dos mil cuatro. La cabeza se me va de viaje. Catorce de Julio del dos mil uno. Tres de Enero de mil novecientos noventa y ocho. Veinticindo de mayo de mil novecientos noventa y dos. O cuando mi madre se cayó de un banquillo, cogiendo aceitunas. Sería a finales de verano, del más o menos, mil novecientos noventa? o antes, lo menos el ochenta y siete. Qué feliz era yo en el ochenta y siete!. Y mi madre. El Parque de María Luisa cuando me llevaba mi padre. Y que no me entre la llorona, un traguito. Y ya se le ve el fondo, porqué no le echan hielo aquí?. Dónde se habrá metido la camarera?. Y Ella canta fatal hoy.
Diecinueve de Octubre del dos mil once. El dos mil once. Parece que haces equilibrios, de lo alto que está. Y sabes que es una fecha del pasado, y que qué feliz eras en el dos mil once. Es casa tengo tabaco. Y esas cosas. Menos mal. Y tienes que limpiar un poquito. Por lo menos ordenar las cosas. Claro, si nadie te dice que limpies. Y tocas la guitarra sin gracia y bueno, por lo menos te encuentras de vez en cuando. Algo es algo. Algo es algo. Me la termino y tiro a casa. Y Ella Fitgerald que sigue cantando borracha. Y lo mismo después escribes una postalita de respuesta a alguien, pero para qué?, si al final siempre se te olvida y esas cosas. Pedir disculpas. Maniana. Qué mal canta hoy. Menos mal que me voy. Yo ya no la aguanto más.

Mittwoch, 19. Oktober 2011

 
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