Gnosis

La clave estaba en el autismo. Durante siglos se habían estudiando los desórdenes cerebrales. Informes y estudios descriptivos con poco tratamiento práctico. Esquizofrenias, psicosis, narcomanías, oligofrenias... el sótano del cerebro, donde la maquinaria falla y la realidad es otra.

En Febrero del 2007 se comenzó el proyecto Gnosis. Se pretendía "cartografiar" los desórdenes cerebrales que provocaban a un sujeto habilidades extraordinarias. De los trescientos casos estudiados, ciento setenta y nueve eran autistas. Un niño de once años aprendió a tocar el piano en una noche porque le gustó un disco de jazz que había escuchado por primera vez. Un señor con la habilidad de recordar todo lo que leía: era capaz de leer una página con cada ojo simultáneamente. Matemáticos rusos. Todos equilibraban su extraordinario don con un déficit alarmante en otras disciplinas. Incapacidad social, dobles personalidades, psicosis, crisis... locura.

En Octubre del 2009, partiendo de la tecnología de detección del cáncer cerebral, se formularon nuevas hipótesis. Se estableció una relación clara entre los procesos biológicos que regían las sinápsis neuronales en ciertas regiones cerebrales y su desequilibrio en el riego sanguíneo. Desequilibrios electromagnéticos perfectamente localizados que se presentaban en habilidades y carencias extraordinarias.

Fue Piotr Bal el que, en Enero de 2010, comenzó de manera activa con experimentos en cobayas. Mediante pequeñas descargas eléctricas, se ensanchaban ciertas arterias del cerebro, se desequilibraba químicamente el funcionamiento sináptico y el comportamiento de las cobayas cambiaba. Algunas repetían dos veces el mismo sonido para recibir comida, otras agrupaban los materiales de sus jaulas sólo para sentarse encima, incluso un día que el doctor Bal llevó a su hijo, éste, mientras miraba las jaulas, cantaba una canción. Una de las cobayas empezó a repetir exactamente los tonos que el niño cantaba. "Papá... está cantando con sus chillidos?". A Piotr nunca se le habría ocurrido tal idea. Comprendió que los cambios en las cobayas eran insignificantes para poder comprender hasta dónde se podría llegar (a pesar de los experimentos fallidos: cobayas hiperactivas, otras que apenas movían sus extremidades... había una que se limitaba a mirar pacientemente los movimientos de todo lo que pasaba a su alrededor. Era la que más inquietaba al doctor Bal).

Octubre de 2010. Comienzan los experimentos en monos. Se adaptó la tecnología para tratar ese tamaño de cerebro y se separaron los individuos de acuerdo con la región cerebral sobre la que se trabajaría. Había tres grandes grupos: Relación, Comunicación y Conducta (relaciones afectivo-sociales, desarrollo de cualquier lenguaje e intereses desarrollados). El tratamiento tenía un efecto casi inmediato. En pocos días se podían ver los resultados. La agresividad de unos se equilibraba con la hiperafectividad de otros, otro sujeto aprendió a tocar la flauta (esto es, a controlar la respiración y a repetir movimientos manuales simultáneamente), otros aprendieron a escribir un inglés relativamente complejo (sin género pero con pasados verbales), claro, había sujetos "negativos", como se les llamaba en Gnosis, pero de eso no se trataba.

Pronto el doctor Piotr Bal fue ganando fama. Sus conferencias se parecían más a funciones de circo que a una charla académica. Solía comenzar diciendo "El cerebro siempre ha sido víctima de las exigencias biológicas. Sólo se ha desarrollado para adaptarse a un medio natural primitivo. Ahora es la primera vez en la historia del ser humano que podemos potenciar exponencialmente nuestras capacidades (...) Podemos ser superdotados en todas y cada una de las disciplinas que haya.." El resto del grupo Gnosis se mostraba prudente "Necesitamos trabajar para controlar aún más el desarrollo de esta tecnología, los resultados son impredecibles, no sabemos adónde nos puede llevar este tipo de experimentos".

Agosto 2011. Mientras el profesor Bal busca apoyos para ampliar la fase experimental a los humanos, uno de los "positivos" sorprende a un miembro del equipo cuando, en la mitad de una clase, el mono escribe "Why?". Después de una ligera explicación del adiestrador, el mono vuelve a escribir "I want to know why" ("Quiero saber porqué"). Tres días después el proyecto Gnosis fue oficialmente cerrado. Se archivaron los informes, se abortaron los planes de estudios y se destinaron a los miembros del grupo a diferentes universidades. Nadie volvió a saber nada de los ejemplares experimentales y se le prestó especial atención al doctor Bal. Una semana después de la clausura del grupo, se le encontró maquinaria experimental en su domicilio. Simplemente desapareció del mapa.

Otras versiones, la mitología urbana, sugiere que Piotr Bal o su hijo Rolf están relacionados con los postulados de la "Teoría de la inteligencia genética" del 2017 (donde un hijo nacería con la información que sus padres tienen), los primeros diseños de microprocesadores cerebrales ya en el 21 (almacenadores de información el los bancos de memoria biológicos y primeros que redistribuyen la capacidad de memoria de manera particular), incluso se habla que tuvieron que ver en el prototipo del "01" o la firma SOL. Era sólo mitología urbana, pero en las universidades del 2022 todos los universitarios sabían de Piotr y Rolf y circulaban en secreto los ejemplares de "Potencialidades Biológicas" y sus apócrifos "Principios de Baal" y "Bases y Fundamentos".

No fue hasta el 2033 cuando...

Sonntag, 30. August 2009

After Sun

Hicimos todo el camino de vuelta en silencio. Creía que estaba durmiendo. Miraba por la ventana. No decía nada. El sol era naranja, inmenso, ocupaba todo el oeste. Las suaves colinas de Andalucía. El coche aún olía a arena y sal y parecía el suenio de una resaca. El motor era un ruido suave y constante. Íbamos dejando atrás la playa como la distancia de las fotografías y delante, más allá de las montanias amarillas del calor, la realidad.
Yo pensaba que en unos días estaría en mi sitio, con una identidad fingida, en un país prestado, con la piel quemada y un manojo de historias que no se cuentan y que acabarían por olvidarse. Ella pensaba que volvía a su sitio, con su marido y sus dos hijos, a respetar su papel de esposa frustrada, con el cabello enredado en las esquinas de la cocina.
Creía que dormía. Dejé caer una pregunta
"Lo olvidarás?"
No movió un músculo. Miraba por la ventana. El sol ocupaba todo el cielo.
"... claro."
Dos enormes transatlánticos que se cruzan enmedio del mar y siguen su camino. Aviones que no colisionan. El aire tenía treinta y nueve grados. Antes de la puesta de sol debíamos estar en la ciudad. Yo necesitaba dormir.

Donnerstag, 6. August 2009

 
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