Arcadas I

Las cosas dulces que me imagino y que nunca me dices, las cervezas que te pagué y que no me debes, los secretos que no me importan demasiado, las medicinas que me dejé en tu mesita de noche, menudo lío, una pandilla de Bautistas publicitando el próximo tren hacia la salvación, es cómodo, por una cantidad de dinero te embalsaman con monsergas y eres automáticamente feliz, chapó, sálvame el estómago que yo me encargo del resto, Dios es el mejor patrocinador, pones un pececito en tu coche y no la doblas por los restos.
El otro, loco por una enfermera que le cure las heridas a base de látex; la otra, loca por un Guardia Civil, que le emburque y le limpie el poso amarillento de las sábanas; otro dice que se ha enamorado, que se ha convertido en un semi-héroe floreado y apuesto, alegre, decadente y totalmente enmorfinado, Dalila me llama, me encantan tus rizos, me dice, quiero dormir contigo y hacerte trenzas cerca del fuego, me dice, cualquiera se fía de una samaritana así, mientras tanto sale de la carnicería el Rey Salomón, anuncia ofertas en carne fresca, ayer hubo juicio, podemos sacar tajada.
Por la acera de enfrente pasa el de la funeraria, se frota las manos pensando en la bolsa, le dieron un premio al mejor emprendedor, la figurita era un payaso de MacDonals y lo tiene en la oficina, junto a un diploma de economía y la foto de un presidente de algo, menudo pájaro, buitre, para ser más exactos, la gloria, se nubla el cielo, rompe a llover y nunca llevo paraguas, vaya vaya.

Mittwoch, 25. Februar 2009

Azul

Había pastel con el café. Era tu cumpleanios, o era el mío?. Te regalaron un teléfono de plástico y a mí me gustaban los acuarios. Te acuerdas del puzzle? cuántos gatos había?. Era pastel de naranja. La mermelada estaba deliciosa. El café estaba dulce y tú bailaste de puntillas. Decías "es fácil" y todos nos reímos. Entonces te pinté un dibujo que era una princesa mágica, con su coronita y su varita. Y una rana en una caja.
Después llegaron los trenes. Estaciones a las doce de la noche. El frío me lo quitaba el osito de peluche de mi bolsillo, el que me regalaste antes de salir. "Da suerte, no lo pierdas". Patas de conejo. Los trenes como los de juguete. Un cacharrito donde se montan figuritas enanas de colores. "Chú - chúuu!", y yo me montaba. Yo era azul. Llevaba una maleta y no sabía hablar. "Chú - chúuuu!", tirábamos del tren imitando el sonido de las vías. Qué divertido era!. Había figuritas verdes, rojas y amarillas, pero yo era azul. "Chú - chúuuuu". Qué me regalaste antes de salir?, era un osito de peluche?. Imitábamos el sonido de las vías y el pastel tenía mermelada de naranja. El tren tenía figuritas de colores y te dibujé una princesa mágica. Qué divertido era!.
La cafetera era de marruecos. Los manteles tenían letras chinas y la alfombra era de colores. Verde, rojo, amarillo... Yo jugaba a los trenes cuando llegaste con el té. Qué caliente estaba el té!, casi me quemé la nariz con el vapor. También había una pecera grande. Me gustan las peceras. El sabor del té caliente y la alfombra de colores. Yo no sabía hablar pero todo era divertido. Hablábamos diciendo "Chú - chúuuu" y te pregunté por el teléfono de juguete. Me lo regalaste antes de salir. Me dijiste "Te llamaré por aquí, no lo pierdas". Yo era azul.
Tampoco me gustan los sombreros.

Sonntag, 22. Februar 2009

Romanticismos

Hice más de mil kilómetros para follármela y al final me comí una mierda.
La cosa estaba más que clara. Después de habernos conocido, meses y meses de mails. Que si cuando nos veamos, que si un masaje por aquí, que si una copa por allí, que si esta es mi dirección... meses de mails codificados para no decir ni más ni menos, mails devueltos con la misma intención más un porcentaje que siempre aumentaba. Yo iba como los conquistadores: media sonrisa, pose de seniorito y pagando las copas sin mirar la cuenta.
"... eres tú?, Dios, estás más delgada" así empezaba la convesación que le tendí, como una alfombra colorada para que pudiera dejarse caer a gusto. Después vinieron los piropos a su peinado, a su bisutería, a su colonia, y a su línea, por ese órden. Y ella se desparramaba en sonrisitas complacientes y ligeramente ruborizadas. Sólo hablaba de sus viajes, de sus amigas del gimnasio y de lo que se aburría en su ciudad. "Oh, sólo me divierto cuando vienes" le faltaban violines a sus dientes mientras destilaba esas perlas.
Cuántas copas fueron? ni idea, el caso es que, entre la música, las copas y las terrazas, acabó hablándome de su corazón, y su corazón qué decía?. Pues su corazón decía que había tenido un novio hasta hace poco. Que habían pensado casarse con él. Que una chica como ella está en el momento perfecto de tener hijos - "Pero tú qué edad tienes? - veinticuatro, y esa es la mejor edad para tener hijos, lo he leído en una revista... y el ninio se tiene que criar con sus padres, y hay que educarlo bien, y cuidarlo..." El otro no habría sido un buen padre, "y tú, has pensado en casarte y tener hijos?" - yo sentí una patada en los huevos, pero tuve un ataque de estilo y, diplomáticamente, quitándole todo el ímpetu que pudiera tener en ese momento, lo condensé todo en "... en absoluto". Cuando fui a mear casi no me la encuentro.
"Dentro de diez minutos sale mi último metro" - su sonrisa melosa de pescadora de maridos, su tono de anzuelo para pardillos moralistas, "pues vamos a acabarnos las copas rápido, que hace mucho frío para esperar hasta las seis de la maniana". Yo me dejé la copa por la mitad. Por el camino se me intenta agarrar al brazo y por poco no me da un calambre. La llevé a la parada, llegó el metro y en cinco segundos la bendije con la mano derecha, le puse un sello en la frente y la envié con su madre, que la comprenda, que la entienda y que la secunde. La sensación de haber salvado los muebles. Menudo Casanova.
Pues eso. Que después volví a mi piso alquilado, pensé en darme un festín y me descongelé una pizza. Eran casi las ocho de la noche y en la radio decían que maniana habría tres grados bajo cero. Le eché queso a la pizza y salió tremendamente romántica. El Betis jugaba con el Real Madrid. Eso acababa en fiesta seguro. Lo vi por internet y pensé que estaba en el mejor momento de mi vida.

Samstag, 21. Februar 2009

La poética del error

Había empezado a nevar. La nieve formaba piedras donde no las había y agujeros donde sí. Bajo la nieve, dormida como en las fotografías, las fiestas de cumpleanios, los dormitorios alquilados de los últimos diecisiete anios, y las candelas de los campings cuando llevábamos botellas y un saco de dormir. Las chimeneas marcaban el ritmo del horario. Puntualmente funcionábamos de un modo biológico, debajo de la nieve de la comida congelada estaban los dibujos que hicimos para el dormitorio y la tetera de la cocina, el olor del té se estrellaba contra los cristales mientras llovía y las gotas llenaban el lago donde íbamos en verano, la corriente del río era como el humo de los bares a la una de la noche, tú siempre buscabas un sofá y yo movía con el dedo el hielo de la copa. Fuera hacía frío. Nevaba. Diecisiete grados bajo cero. Batimos un récord. Baho en las respiraciones. Era humo. Puntualmente funcionábamos la maquinaria para volcar por el cielo el día siguiente. El siguiente. A fuerza de pedales para subir la cuesta que llevaba a tu casa y en tu casa estaba el parque del verano con globos y luces chinas, sonaba un concierto y llevé una botella de gazpacho a Peter porque estaba estudiando. Me invitó a un cigarrillo como agradecimiento. Peter también estaba congelado, con sus libros y sus bicicletas. Junto al puente de piedra y al sofá que llevamos a su piso. Qué cómodo era el sofá. Tuvimos que descansar en el puente de piedra y la gente se extraniaba de vernos allí, sentados en un sofá.
Había vuelto tarde. Tenía la cara helada mientras bajaba la cuesta con la bicicleta. Mientras bajaba la cuesta con la bicicleta iba formando colores. Los colores dibujaban el salón, la cocina, otra cocina dentro de tu cocina o tu cara sonriendo en la cocina que estaba detrás de la cocina. En una cocina, yo cocinaba para tí, en otra tú me esperabas con una ensalada, cómo era? miel, mostaza y pimienta?. Habíamos salido al pueblo de al lado. Era Domingo por la tarde. Los Domingos por la tarde íbamos a Kunitz. Kunitz estaba congelado y, bajo la nieve, estaban enterradas dos pizzas. Me descongelé una para cenar porque ya había salido el humo de las ocho de la tarde. Había que cenar temprano. Este invierno es interminable. el olor de la pizza significaba tu mesa de madera y tu mesa de madera significaba que me estabas esperando para decir que debía haberle puesto más queso. Habíamos traído el queso del viaje a Ámsterdam cuando estuvimos una semana entera, lo compramos sólo porque la dependienta era simpática y sabía hablar alemán. La pizza de las ocho y cuarto. Maniana había que soltar humo, como las fábricas que marcan las horas. Chimeneas y el luto de Buchenwald. Buchenwald estaba congelado también. Tú lloraste en la puerta y allí te quedaste congelada también, sobre la nieve que te ocultaba se podían ver las formas de Berlín, de Múnich y de Hanover, y cerca de Hannover, una universidad que también estaba congelada. El Este es otra cosa, me decías. Me compré un gorro ruso y pensé que ese invierno nunca pasaría.
Este invierno nunca va a pasar.
Nunca va a pasar.

Neocorralitos y más humo

A mi me la refanfinfla Zapatero. Si hay algo que me excomulga del cotarro partidista es, precisamente, la política. Pero lo del PP es una pantomima de "La Escopeta Nacional".

Sáenz de Santamaría abucheada en el País Vasco (curioso, cómo saca pecho frente a los micrófonos y le cambia la cara cuando ve a un grupo de jóvenes gritando - menudo ejemplo), Esperanza Aguirre también se lleva lo suyo (qué enchufe tendrá que tener para mantenerse ahí haciendo las cosas del revés - desde hace una década), el PP, en conjunto... intentando denunciar al Juez de la Audiencia Nacional!!! como si fuera un mindundi!!, a político puede llegar cualquiera, pero a Juez... Hombre pordios!!. A eso, Rajoy dónde está? granjeándose los votos de los campesinos diciendo que "Eshpania esh grande"?, buscando miserias ajenas para taparse las vergüenzas? menudo partido de sinvergüenzas!.

Ojo, que yo de todos los partidos políticos sólo salvo a De La Vega (en lo de "política" saco a Garzón, a Bermejo y a los que se supone que son la ley) y es porque veo que no necesita convencer a nadie de sus ideas particulares: ella obra como piensa, y sin joder a nadie. Ni Zapateros ni bigotes ni nada de nada. Desde que Anguita dijo "no juego", la política es un desatino.

Neocorralitos. Al "soe" le está cayendo de todos los colores (recogiendo lo que sembró el del bigote y sus bodas con retrasados), pero no sólo saca pecho, lo acepta, busca la calma general y no ocultan nada, eso les honra. El PP ahora no puede tener alma de partido político. Está demasiado ocupado blanqueando (e intentando ningunear al Consejo Superior del Poder Judicial - ahí es nada - serán catetos). Si Gil y Gil levantara la cabeza, se le nombraría guía espiritual y profeta del siglo "bentiuno".

Qué asco de política!!

bueno

hoy he sido bueno
he ido al colegio en bicicleta
y nadie ha notado nada
he mantenido el tipo
y he contestado "bien" cuando me han preguntado "qué tal?"
la gente se lo cree
la gente que nunca sabe nada
la gente que no le importa
y qué más les dará
si el pecho o no
o si todo lo demás

hoy he funcionado bien
metí tu rosa en el frigorífico
para que se conserve
hoy nadie ha notado
que no tengo
ganas de correr
pero he sido bueno
he sonreido y he hecho gracias
y la gente me ha creído

Montag, 16. Februar 2009

Galletas

Había llegado tarde
Decía algo de su abrigo de piel
Café sin galletas
Sacudiendo las plumas
Algo escondido en las venas
Y una habitación blanca

Te traigo el cielo
Su cenicero lleno
Pensaba que nadie me conocería
Cubitos de hielo
Cucarachas era su manía
Ese olor

Seguía hablando Dios mío
El balcón lleno de gente
Mirando las paredes
Déjame clavarte las alas
Hay girafas en mi salón
se están comiendo los libros.

Mittwoch, 11. Februar 2009

Eco

"Vente" me dijiste, yo tenía sólo Sur y tú todos los colores, yo las cometas y tú los mares, tú las lunas y yo los observatorios. Y nunca salía el sol.
"Vente" me dijiste, como las sirenas a los marineros, como las sirenas a la policía. Tan lejos. Recuerdas?, yo estaba loco. Y todo era perfecto.


Después los tambores. Después perder el sentido. Después dejé de creer en Dios porque yo mismo, yo en persona, podía con todo aquello. Después, la Primavera como la primera, las flores como los colores, y el aire. El aire.

Después no necesité a nadie.

Montag, 9. Februar 2009

 
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