Le robé un libro.

Tienes toda la razón. Hoy no se puede confiar en desconocidos.
La cosa es que así no se puede vivir. No puedo desconfiar de mi vecino sólo porque duerme cerca de una pistola. Ni pensar que mi vecina es una criminal sólo por las hechuras de sus caderas. Yo me la jugué de nuevo. Esta vez dejé la cabeza y el corazón en una botella de ron y el humo me trabajó el costado.
Qué quieres que te diga. Uno se cansa de perder. Pero según la ley de las probabilidades, siempre queda algo de riesgo por ganar. Las equivocaciones son maravillosas. La belleza del error. Gráficas que tienden a infinito y que, para creértelas, tienes que subir más arriba que el cielo. Ella no tenía alas pero tampoco las necesitaba. Tenía suficiente con tinto.
Juguemos a ser odiosos. Hagamos alguna barrabasada que nos avergüence al día siguiente. Atacar al cuello. Seamos presas fáciles. Juguemos al lobo. Soy tu bella, quieres ser mi bestia?. Mordámonos los labios. Que le den porculo al respetable.
Cómo es posible?. Yo no tenía alma, en su lugar tenía un vaso de ron sin hielo y la poca vergüenza de los desconocidos. Mierda de alcohol. Mierda de borrachera. Me refugié en el cuarto de banio y cómo es posible seguir empalmado después de todo ésto?. "Ángeles de la guarda / dulce companía / haced que no me falte / ni de noche ni de día". Ángeles de la guarda. Ángeles de la guarda.
La resaca empezaba cuando nos escapamos. Entonces pudimos hacer la guerra con ternura. Dibujé con la punta de los dedos el contorno de los mapas de las tierras y los mares. Creciendo como árbol de puntillas, como la marea crecía por la espalda la cosquilla de un sofá con mantas y tabaco y café y cortinas y piel y resaca y azul y mírame y la televisión que sonaba y debo irme y debes irte y tirones de pelo y jirones de pecho y obras de arte y la tierra abriéndose con grandes crujidos mientras estallaba en alguna parte del cielo el fuego artificial de las explosiones largas largas tan largas como una espalda que se levanta por encima de las montanias.
Tatúame el nombre en esta esquina del pecho, enrrédame los ojos en tu cintura, despiézame con carinio las aurículas y los ventrículos. Yo no cerré los ojos en ningún momento. Yo no quería musitar asesinatos ni historias de miedo. Hay prisa, recojamos las flores y deja un rastro de migas de pan para que te pueda seguir. Ditto. Firmó su tatuaje con un corazón y le agradecí que me lo devolviera. Mierda de amor.
Me vestí la resaca y volví con los ángeles de la guarda. Ni asesinatos ni historias de miedo. Yo soy un caballero. Estas cosas no se cuentan.
Y yo qué culpa tengo de verlo todo en azul?. Qué voy a hacerle si me cruza la espalda un trasatlántico cuando pienso en el próximo desastre?. Imagínate que es el Diablo el que te ofrece una miel tan dulce que no sabías que podría existir. La probarías?.
Pues está deliciosa.

Mittwoch, 21. Dezember 2011

Sé yo.

Me gustaría que fueras yo para saber todas las historias que no le interesan a nadie. Que fueras yo. Para saber cómo se siente ahí abajo o ahí arriba. Conocer los esqueletos de todos esos fantasmas.
Gimotear bajo la lluvia y contar un chiste. Y hacer que suene gracioso.
Descoyuntar el alma para que quepa en una foto. Y mandarla a una dirección equivocada.
Abrir una botella de champán. Y que salgan las sillas llenas y la mesa vacía.

Y ojalá conocieras el sabor de los besos de café y tabaco.
Las joyas de la corona y la entrepierna del cielo. Sé yo.
Y conoce la distancia entre una foto y un recuerdo. El planetario de las manianas como los naufragios. El humo de los atascos de tu casa a la mía.
Déjame que te cuente lo que cuesta. Déjate comprender lo que es creer en tu madre como un madero para no caer en el pasado.
Déjame que te explique el pretérito imperfecto. Los besos por teléfono.
Preguntar cuánto queda para llegar.
Levantarse del suelo con la cara partida y sonreír al adversario.
Rezar para que se acabe la religión.
Sudar tinta.
Una vergüenza.
Sé yo.
Y cuélgate del teléfono. Sé yo.
Y vuelve a casa cada vez con otra cara. Y que aún así te reconozcan.
Y escaparte para dar volatadas.
Y embarcarte.
Y hacerte un personaje ficticio.
Y hacerlo real.
Y que seas tú. Y que tu vida suene a chiste.
Y hacer que tenga gracia.
Y conseguirlo.

Perderle el miedo a la oscuridad a base de jugar con las pesadillas. Y echarlas de menos cuando no vienen. A verte en los espejos del aeropuerto. Y en los suburbios. Traficarte en los trenes.
Darle una paliza a tu sombra. Y que te gane ella.
Me gustaría que fueras yo y te despertaras en mi cama. Y que fueras puntual. Y comer pasta con tomate. Y echarte las manos a la cabeza al ver las noticias. Sé yo y come de mi plato.
Y canta desafinado. Y hacer que suene bien.
Y tropezar. Y fingir que es un paso de baile.
Y bailar. Y parecer que tropiezas.
Y no saber decir lo que quieres decir. Y decir lo que no quieres decir. Y no saber callarte cuando debes. Y seguir intentándolo hasta que salga. Y partirte la cabeza intentándolo.

Sonntag, 18. Dezember 2011

Pero tú qué te has creído?

Mira, no sé lo que se te pasa por la cabeza, la cosa es que parece que no nos entendemos como deberíamos. Déjame que te explique un poco de qué va la película, vale?

Parece que tienes una falsa imagen de mí. No hablo contigo para entretenerte, está claro?, no estoy aquí para caerte bien, ni para ser el padre de tus hijos, ni para cantarte coplas bonitas debajo del balcón. No me interesa hacerme el simpático sólo por tus tetas ni pretendo venderte una verdad que sólo me sirve a mí, no tengo ningún interés en que me encuentres interesante, inteligente o pedante, lo siento, no soy ese tipo de gente que acostumbras a encontrarte en los bares de moda, con su ropita chic, sus maneras de coger la copa y su roneo detrás de cada sonrisita.

No me tomes por otro que no soy, no pienses que siempre voy a aguantar tus tonterías, tus misterios y tus sorpresas debajo de la cama, respeto mis obligaciones y cuando las termino, mando mi conciencia de vacaciones y mientras más lejos, mejor, y si no puedo meter cinco goles en el primer tiempo ni siquiera empiezo a jugar. Ya no tengo paciencia para respetar esos pasitos de baile que pretendes, de verdad, llámame imbécil y llevarás razón, llámame tonto, engreído o lo que te salga de la manga cuando tengas un buen día, pero no, lo siento, no voy a perder la pose porque te quites un guante como Rita Hayworth, ni voy a dejar de hacer el indio sólo porque a tí te gusten más los vaqueros. Qué quieres que te diga. Tu película es para tí. Tú te la curras y tú la tienes que sacar adelante. No soy ningún Papa ni tengo un consejo magistral que te salve la vida ni voy a presentarme ex machina con la Verdad en la mano derecha y un machete en la izquierda. Tú te comes lo que te cocinas y para sacar esta conclusión tampoco me necesitas.

Quién te dijo que yo era como pensaste? me hablas de un tipo que yo tampoco tengo ni puta idea de quién es y no me interesa en absoluto. Te iba a decir quién era yo en realidad, pero no caigo, y tampoco me interesa saberlo, aunque juegues al psicoanálisis y al "dónde está la pelotita?", sólo me dejo tangar por el que me vende la droga y poco más, el resto depende del día y del horario. Doctor - dictador. Yonqui. Niniato. Gafitas enterao. Inteligente de salón. Cenutrio. "Cráneo previlegiao". Salido. Un rosario de virtudes, vaya. Yo tengo más insultos para mí que tú, no creo que me hagan danio tus piropos. Así que...

... Así que ahora eres libre de irte con el rollo a otra parte. Medio mundo estaría dispuesto a embargar su vida y su tarjeta de crédito por olerte la entrepierna, lo comprendo y me parece fabuloso, sólo que ese no soy yo. La imagen que tienes de mí me suena cada vez más a insulto. No estoy aquí para entretenerte ni para ponerme en pelotas enfrente de una webcam, qué te has creído?, que le ensenio la polla a cualquiera?, que soy Supermán?, lo que hay que escuchar. Hartas a cualquiera. Tú sigue con tus cosas, que bastante tienes, que yo seguiré con las mías, que bastante tengo. Uy, qué tarde es. Voy a hacerme la comida.

Ah, se me olvidaba: Saludos.

Donnerstag, 8. Dezember 2011

Hilo rojo y chucherías.

Te dejo esta nota en tu ventana.
Estoy cosido.
Las cartas que te escribía, recuerdas?.
Tormentas encajadas en el lado derecho del paracaídas.
Quitando las flores podridas del florero.
Miro postales de cuando las tripas rotas.
En la buhardilla se quedó dormida mi cenicienta.
Las flores con las que te adorno el pelo.
Las fotos de los días de playa.
Mirando cómo crece el invierno en plantas que se congelan.

Apareció un agujero en mi tobillo.
Los inviernos que pasan detrás de la ventana.
El olor de la cocina, el piano del sofá, ábreme el balcón.
Limpié de hormigas el patio del colegio.
El silencio que va creciendo detrás de la espalda.
Volaban pájaros por el cielo de las revueltas de Chile.
El día que descubrí Luz en los rincones de mi piano.
Esa manía de mirar al suelo de mirar al suelo de mirar al suelo.
De mirar al suelo y mira cómo sube el invierno por la rodilla.

Fundamos las monedas que nos queden.
Pongamos guirnaldas por si llegan invitados.
Hagamos algo absurdo y sin sentido.
Hagamos algo para enamorarnos.
Escribámonos las vidas en una botella a la playa.
Cosámonos los costados con hilo rojo y chucherías.
Gastemos esta sangrecita en dibujos.

Los colores que tiene el silencio de tu aliento.
He cambiado la ternura de mis cortinas.
Por frases congeladas de suicidas.
Los relojes dan vueltas de nuevo de nuevo de nuevo.
Fotos que echan ancla en otro horizonte.
La resaca de un vino que nunca probamos.
Las cartas que te escribía, recuerdas?
Estoy cosido.
Te dejo esta nota en tu ventana.

Sonntag, 20. November 2011

El ángel de los dictadores.

Despierto son las cinco y media. Noche. A rastras al cuarto de banio. Luz como alfileres. Cara. Espejo. Soy yo?. Agua. Frío en el suelo. Café frío. Radio. El alma se me va despertando. Drogas para agitar al corazón. Funciona. El segundo café me lo puedo calentar. Sigue siendo de noche. Las seis y cuarto. Empieza a correrme la sangre por las venas. En la ducha entro como una resaca y salgo como un recién nacido. Delante del espejo aparezco como un ángel. Escojo uniforme. Camisa blanca, jersey negro, vaqueros y botas. Termino el café mientras repaso los materiales: anestesia, bisturí, sierra y cuerdas. Cierro el maletín. El reloj marca las siete. El abrigo es negro y caliente. La calle me clava pequenias astillas de hielo en las piernas. En diez minutos estoy en el instituto. En el mismo instante que pongo un pie en la puerta siento cómo el dedo de Dios me toca la frente. Soy divino.

Tengo la llave de la Sala de Dictadores. Un privilegio que me hace parecer ejecutor. Dentro, como en una especie de limbo, las demás divinidades se regocijan en su naturaleza. Soy un ángel. Suena la senial. Con paso militar, nos repartimos ordenadamente: uno en cada quirófano. Cierro la puerta del mío y me pongo los guantes. Frente al grupo, "La incisión se hará en el lóbulo posterior. Taladraremos la cáscara del hueso e injertaremos las extensiones programadas. No sentiréis dolor si no os movéis". Soy otro dictador sádico. "Soy bueno. Lo hago por vosotros. Será positivo si asimiláis los implantes. Tranquilos. Quiero perdonaros la vida. Soy bueno".

Cuando la anestesia hace efecto, el bisturí separa la piel del cráneo. El taladro suena como las tizas en la pizarra. De un modo matemático y profesional, se separa el hueso con cuidado -crock-. Aparto la piel interna: Olor a carne caliente de Justin Bieber y Lady Gaga. Bajando con cuidado hacia la capa inferior se introducen las extensiones. El implante se puede hacer en setenta y ocho minutos. Cubrir la superficie operada con el tejido interior. Encajar el hueso y sellar. Unir la piel con puntos invisibles. Tiempo.

Cuando el paciente recupera la consciencia "Doctor, tiene usted unas manos de plata. Apenas siento dolor" - "De nada. Sigan el tratamiento y el Jueves nos volvemos a ver. Será positivo. Tranquilos. Sí. Soy bueno con vosotros". Recojo el material minuciosamente. "Es usted un ángel". El ángel de los dictadores. Guardo la mordaza, el juego de bisturís y recojo los restos. Dejo el quirófano higienizado, pronto operarán de nuevo, vuelvo a la Sala de Dictadores. Allí, se ensenian unos a otros los trozos de cerebro de otros pacientes "Es una malformación horrible" - "Es abominable, cómo se puede llegar a ésto?" - "... sólo una inyección y dejan de sentir, creemos que es lo mejor. Sí". Yo escondo las alas y respeto mi pose. Formo parte del grupo. Un superior: "Ha ejecutado con eficiencia nuestro cometido?" - "Los planes están siendo respetados escrupulosamente. Sí. Seguimos procediendo con las metas previstas". Respuestas exactas y quirúrgicas de acero inoxidable. San Mengele.

Por los pasillos, los enfermos con sus pijamas van saludando. "Doctor, doctor, gracias por ser piadoso", "Doctor, el tratamiento nos está sentando bien, ya casi podemos mover las piernas". Yo les acaricio la cara. Soy el único doctor que les sonríe y les mira a los ojos. El ángel de los dictadores. A veces se puede oler el miedo de alguno cuando me acerco. La jornada ha sido satisfactoria. Sí. Apenas salgo del hospital siento como van desapareciendo las alas. El maletín se va haciendo más ligero. El reloj dice que son las dos y media. Yo siento que me acabo de despertar con un agujero en el corazón del tamanio de un transatlántico.

Montag, 7. November 2011

La borrachera de Ella Fitzgerald

La borrachera de Ella Fitzgerald, que hoy no canta bien. La borrachera de Ella Fitzgerald. De fumar y de botellines de cerveza. La que lleva. Y no encuentras a Sevilla ni debajo de la barra. No me queda para comprar tabaco, y esta ropa que apesta a humo. Y dónde habrá un balcón cuando se necesita?. En el piso de Miguel había balcón, una vez vomitamos un amigo y yo. Desde el segundo. Sí. Aquí me queda un cigarro. Tengo la boca seca.
Y después te mandan una postalita. Una firmita abajo y una despedida. Y se te pasan los días y lo mismo le escribes maniana, pero en fin. Y les pides disculpas estoy en la cárcel les dices y es un chiste, claro, un chiste, y se ríen todos juntos y brindan, y no sales en las fotos porque estás escuchando cantar a Ella Fitzgerald que esta noche está borracha. Seguro que ha fumado. El cenicero va lleno de colillas. Maniana pongo la lavadora. Claro, la lavadora.
Y te metes en un aeropuerto y no te dejan fumar. Y te pasas un día entero de viaje, y te arreglas, y ves a tu madre, que siempre está fabulosa, y después sales por otro aeropuerto y los que pulen el suelo se conocen y se saludan y en fin, que lo mismo es un tren. Y te miran el billete con cara de periódico. Y te vas a otro sitio sólo para ver a los colegas que te quedan vivos. Vaya la que lleva Ella Fitgerald. No da una en el clavo. Y como es viernes te pides un güiski y brindas al aire como los toreros, hehehe... una plaza por aquí cerca. Sí hombre. Por lo menos te puedes tomar tres. Algo es algo. Algo. Tomas ese algo como si te salvara. Pffff. Y qué vas a contestar cuando te preguntan?. Son los mejores días de mi vida. Y bueno no está mal no es una cárcel. Un balcón. Un balcón para qué? si la semana que viene nieva otra vez. Y te olvidas hasta de echar de menos. Sí. Te olvidas de echar de menos. Eso lo tengo que escribir. Y qué mal canta la Fitzgerald. Hoy no está fina.
Y dónde estará la de la barra?. Y cómo es que cierran tan pronto?. En Sevilla seguro que quedaría algo abierto. O me pasaría por el piso de alguno. Y cada vez que escribo la fecha de hoy se me ponen los vellos de punta. Me pongo malo cuando leo en algún lado tres de Noviembre del dos mil cuatro. La cabeza se me va de viaje. Catorce de Julio del dos mil uno. Tres de Enero de mil novecientos noventa y ocho. Veinticindo de mayo de mil novecientos noventa y dos. O cuando mi madre se cayó de un banquillo, cogiendo aceitunas. Sería a finales de verano, del más o menos, mil novecientos noventa? o antes, lo menos el ochenta y siete. Qué feliz era yo en el ochenta y siete!. Y mi madre. El Parque de María Luisa cuando me llevaba mi padre. Y que no me entre la llorona, un traguito. Y ya se le ve el fondo, porqué no le echan hielo aquí?. Dónde se habrá metido la camarera?. Y Ella canta fatal hoy.
Diecinueve de Octubre del dos mil once. El dos mil once. Parece que haces equilibrios, de lo alto que está. Y sabes que es una fecha del pasado, y que qué feliz eras en el dos mil once. Es casa tengo tabaco. Y esas cosas. Menos mal. Y tienes que limpiar un poquito. Por lo menos ordenar las cosas. Claro, si nadie te dice que limpies. Y tocas la guitarra sin gracia y bueno, por lo menos te encuentras de vez en cuando. Algo es algo. Algo es algo. Me la termino y tiro a casa. Y Ella Fitgerald que sigue cantando borracha. Y lo mismo después escribes una postalita de respuesta a alguien, pero para qué?, si al final siempre se te olvida y esas cosas. Pedir disculpas. Maniana. Qué mal canta hoy. Menos mal que me voy. Yo ya no la aguanto más.

Mittwoch, 19. Oktober 2011

El Evangelio según Alessio Rastani

... Y resulta que estábamos en crisis: Tras la resaca de Fukushima y los ardores de las revueltas en el norte de África, las economías se hundían, los políticos predicaban, los indignados perdían la impaciencia y los radicales se afilaban los dientes. Zapateros, Rajoys, Ronceros y neo-Budas. Para colmo de males, incluso Obama (quién lo iba a decir) le reprochaba a Europa que las medidas económicas se aplican tarde. Grecia en ruinas. Portugal en la UCI. Espania con las barbas en remojo. Y, en medio del jaleo, sale un tal Alessio Rastani y se atreve a decir cuatro verdades al mundo.
Lo que viene a decir es "te pongas como te pongas, te van a dar bien", o sea, "si piensas que tu Dios te va a salvar, vas listo; si piensas que tu político favorito tiene la solución, vas listo; si crees que tu banco te lo va a devolver, vas listo, pero como vas listo del todo es si no haces nada", porque claro "la cosa está terrible, pero tranquilos, ésto se va a poner mucho peor" (traducción para que me entienda mi madre). Ha salido otro que piensa lo mismo que mucha gente pero ojo: éste lleva corbata. A éste hay que creerle porque tiene estudios. Habrá que reunirse en grupos de cien personas para recitar un estoico y lamentable "Amén".
Lo mejor es que esto se viene abajo sin una tercera guerra mundial, pero esto no es nada nuevo. Ya no nos queda (casi) nada en lo que creer. Así de triste. Los de mi generación (con otra educación) no hemos tenido ni tiempo de fracasar y ya nos toca llevarle flores al fiambre. Menuda suerte. Parece que es el momento de salir de fiesta. Disfrutemos, seniores, que lo que viene no es agradable.
Sólo una cosa más. Que quede claro que aquí el enemigo no es el vecino ni el de enfrente, ni presidentes ni aspirantes ni conspiradores. El enemigo es un banco, una Sociedad Anónima, un ente que existe, pero que no se le ve. Lo demás es humo.
Tranquilos. No nos van a comer. Ya nos han comido, lo que pasa es que... tenemos una digestión muy pesada.
Hagamos sitio en el santoral para Alessio Rastani, primer profeta del siglo XXI, que sale en la BBC y en mi internet, ya sabemos lo que nos espera si nos libramos del fin del mundo en Diciembre del 2012.

Dienstag, 27. September 2011

Cine de chinitas


Cine de chinitas, Kreuzberg, Lisa, arroz con pescado, "todos piensan en sexo, no lo ves?", hacer la compra antes de que venga, mejor que Manhattan, acordeón ruso, bicicletas antes de caer el sol, fiestas en la orilla del río, Zoológico, orquesta que se desgrana con perfume de mi pequenia, maratón, diez de la noche, mientras cantaba alguna canción por la comisura de los labios.

... y mientras tanto, en bicicleta...

Cine en la orilla del río, medianoche en Kreuzberg, orquesta de zoológico que se desgrana con las chinitas en perfumes de Lisa, mejor un acordeón ruso, antes de caer Manhattan, hacer la compra antes de que venga, mientras por la comisura de los labios "todos piensan en sexo, no lo ves?", en la orilla del río, arroz con pescado, cantando alguna canción de chinitas.

... cantando la canción de chinitas...

Cine de medianoche, Manhattan con arroz, zoológico de Kreuzberg, "Todos piensan en Lisa, no lo cantas?", acordeón con pescado, diez de la noche en bicicleta esperando la comisura de los labios, maratón de fiestas en la orilla de alguna canción, mi pequenia que se desgrana haciendo la compra, perfume de sexo, bicicletas de sol antes de caer, la comisura del río que cantaba chinitas no ves?.

... Franz sonríe...

Cine de mi pequenia, mejor que las diez de la noche, todos piensan en orquestas, "hacer la compra en la orilla del río", sexo antes de que venga, Kreuzberg se desgrana en chinitas por la comisura de los labios, zoológico de bicicletas en Manhattan, mientras festejaba el maratón de antes de caer el sol, el acordeón de la rusa Lisa, no ves?, antes de caer el sol, medianoche a las diez, chinitas.

... En la cocina de tu piso...

Cine de Lisa, Manhattan a las diez de la noche y Kreuzberg a medianoche en bicicleta, la comisura de los labios piensan en hacer la compra, "no ves?, arroz para las chinitas de mi pequenia", alguna canción del acordeón, ruso el sol antes de caer, todas las chinitas tienen sexo en bicicleta, desgranando el pescado con arroz, orquesta de la orilla del río, fiesta de maratón, antes de que venga.

... Casi sale de la ducha...

Cine de sol, el pescado de las chinitas y la comisura de los labios, la orquesta de Lisa en Manhattan a medianoche, todos hablan de Kreuzberg durante el sexo, "se compra al ruso", a las diez de la noche mi pequenia, no ves el acordeón?, hacer bicicletas al caer el sol, alguna canción de zoológico en maratón de perfumes, la orilla del arroz que se desgrana por el río mientras canta.

... Y asoma por la puerta...

Donnerstag, 15. September 2011

“Hablar contigo es como cortar carne cruda con las manos”

Cinco y media y suena el despertador... recuerdas? “Estás seguro de lo que estás haciendo?”

No hay tiempo de pensar, café como un martillo, dúchate y aféitate, ponte una camisa planchada y disimula, que no se note que anoche te pusiste fino y que has dormido dos horas y media. Maquíllate el pecho como si llevaras alma, si lo haces bien nadie notará quién eres y hop!, a la bicicleta a perder el resuello por el camino. “Te estás convirtiendo en otro que no conozco”, “Sí que has cambiado”, “Ya eres otro, no te conoces ni tú”, la bicicleta tiene diecinueve dientes, corro, ser puntual es importante. Treinta y cuatro personas esperando. Saca las pistolas y no dispares, que no se note que las tienes a mano.

Y entonces ya estás desintegrado, “Quién eres?” dice una voz detrás de la oreja. No la oyes, mueves los brazos como si fueras o fueses. Presentas El Evangelio porque así tiene que ser. Ellos tienen otra realidad, ellos tienen las rosas y las flores de la primavera recién estrenada, el verbo fácil y la piel tensa, ellos tienen los violines y yo tengo piedras, ellos escupen y yo disparo “Nunca podría ser como tú” dice el viento, pero a esas alturas ya has matado a tres sin esfuerzo y esperas que vengan más. Flores, versos, colores rosas y celestes y apriétate la corbata que no se te vean las cicatrices. Te contienes, no dices que son unos hijosdeputa sin estilo, no les esputas que no tienen ni idea, que necesitan de metralla en los huesos para ser robustos, ellos no te dicen que eres una puta pero sabes que lo eres, un travelo, tú también pones el culo para que un jefe misericorde te cure las heridas con euros, da igual, cuando eres tú quien tiene el látigo a los otros les toca bailar. Lo demuestras, que has pasado por el aro y que ya eres profesional, que tienes puntería para dar en la cabeza y que hueles el hachís aunque lo escondan en un bote de colonia. Ellos obedecen porque así tiene que ser. “Ya no te conozco” susurra el aire por la ventana antes de cerrarla para que no moleste. Y la cierras.

“Hablar contigo es como cortar carne cruda con las manos”. Llegas a casa y gracias a Dios aún te queda algo de salvación en el botiquín. A suspiros ves cómo se pasan las horas mientras planeas el siguiente asalto. “Eres un campeón” piensas, quieres pensar que eres un campeón pero sólo has afinado la puntería, quieres pensar que fue la decisión correcta porque a estas alturas ya no te equivocas, ya estás blindado por instinto y no sabes en qué piensas cuando miras las fotos. El mismo corazón que un Schutzstaffel. Ahora o nunca, llevas diciendo desde que saliste y ahora son ellos los que bailan y “qué más quieres?” le gritas al aire con la soberbia de los príncipes daneses. A punetazos contra nadie como los boxeadores retirados, a punialadas contra las paredes de la cocina alquilada, y así sabe el triunfo? a boca partida? Y tratas de escupir los dientes y te salen llamadas por teléfono a Mamá. Compréndeme vieja, es lo mejor que me ha pasado, ahí estaría con más imbéciles pero no me pagarían. Ella tiene mi corazón, por eso me lo pinto con tiza y voy tarateando los latidos para que no se note, “seré mentiroso” dices y detrás de la puerta cuelgan el uniforme, las pistolas y el látigo. “Te estás convirtiendo en otro que no conozco” escuchas debajo de la cama, quieres cerrar la ventana pero ya está cerrada, y te duermes por compasión contigo mismo, por una necesidad biológica, se necesita dormir para funcionar bien, no?.

Mira, si tuvieras que elegir entre un billete sin destino o quedarte donde estás... tú qué pillarías?.

Montag, 12. September 2011

Historias que no son de héroes.

Cómo era la canción?, recuerdo la terraza, recuerdo que empezó a llover, que nos fuimos todos los que estábamos allí a un subterráneo, incluso recuerdo las canciones que canté a la guitarra, cómo era la canción?, después volvimos a escucharla y tú la cantaste mientras bailabas, después me diste tu número de teléfono y yo pensé que nunca llamaría. Tardé dos horas en hacerlo. Pregunté dónde estabas y si querías tomar la penúltima, me diste una dirección y no tenías hielo en el frigorífico.
Después siguió lloviendo, te pregunté cómo era la canción y la volviste a bailar, "no seas tonto, si te vas a casa vas a llegar como una sopa", tú dormirías en tu cama y yo en el suelo, te prometí que no pasaría nada y tú sonreíste. Sacaste una cajita con hierba. Hiciste té y lo bebimos con ron. El humo por encima de la alfombra. Eché las persianas para que siempre fuera de noche. El sofá.
La luna de las tres de la tarde. Tú me llamabas con un nombre que no era el mío, no te quise interrumpir, no sé si me importaba. El pelo enredado, la punta de los dedos y casi los ojos. Como nadar en la orilla. Llamaron por teléfono, creo, pero no había nadie. Así consecutivamente.
Fuera ya no llovía. El sol me hacía danio en los ojos y sonreía con media boca. Cómo puede seguir haciendo tanto frío?. Hice de nuevo la maleta y volví a mi ciudad. Y no volvió a sonar el teléfono. Ninguno de los dos nos volvimos a llamar. Poco más que contar. Escribirlo, para que no se me olvide, ya he olvidado trozos, cómo era la canción?, no logro recordarlo. El resto está aquí. Es todo lo que queda. Es ésto.

Freitag, 15. Juli 2011

Trenes, ataúd y Novotel


Movimiento I

La gente que viaja en los trenes me mira como si nada, no soy sospechoso, el milagro se ha producido: no necesito un paraguas para pasear, tengo un acento exquisito y pido café para llevar, así no pierdo el tiempo. He dejado de echarle el pulso a cada par de ojos que me clavan al cristal de las ventanas del tren. Media vida de uno en otro. Ya no me importa, me importa a medias, ya casi está conseguido, domesticado, juego a que soy agente secreto, me pongo en marcha y vuelvo a volver: trenes, bicicletas, días y exámenes. Yo siempre quiero decirles “estoy rematadamente desquiciado”, quiero decirles “no véis quién me disimula?”, les digo “cómo os váis a fiar de un tipo como yo?, yo nunca dejaría mi vida en manos de un adicto de este calibre”, a cambio ellos oyen “debéis ser rectos y honrados y ligeramente epifánicos”, ellos oyen “sed inteligentes y olvidad los inciensos de las fábricas que construyen la arquitectura de las matemáticas”, ellos oyen... qué me importará a mí lo que ellos oigan?, yo ya pasé esa rubeola, la superé y no me considero un superviviente especialmente dotado, todo lo contrario, acabé huyendo con la velocidad que me permitían los tacones de mis botas... después descubrí el maquillaje... la gloria del travestismo. Dame una camisa planchada, dame un afeitado perfecto y unas patillas a lo Dylan y te recito el poema de las preposiciones, la oda de los subjuntivos y la quinta declinación “res – rei”. Y de postre podemos ponernos de éxtasis hasta las cejas, de postre haremos gimnasia en un concierto punk o nos intoxicamos el estómago a base de trufas de hongos. Exquisito. Cada cloaca tiene su caviar, no me dejes con la miel en los labios – le dije antes de la estricnina, pero eso es otra historia. Caviares. A mí todo me parece perfecto. Ya no tengo edad de protestar, y si lo hago es para que me den más. De lo que sea.

Y mientras bailo la calavera de los días siguientes me pregunto dónde quedará el siguiente enterrador. He dejado de creer en el Big Bang, en el Dios de los Mormones y en cualquier predicador con piercings, he pasado por casi todas las etapas de lo creíble, ahora busco el siguiente round: creer en lo que no se puede creer “en lo increíble vas a creer?”, claro, preciosa, es como tener un duenio que no es tu amo, como tener a un maestro que no ensenia, un gurú que no está o un presidente que trabaja contigo. Sólo voy a creer en mi Madre. Y en las rubias que llevan bicicletas holandesas, ya puestos a elegir, hagámoslo de una manera responsable y ligeramente caótica. Tú qué dices?.

Más tarde me bailan los dientes cuando pienso en las cosas por hacer, pero más me han bailado hasta llegar aquí. Me refiero al fin de semana. Me refiero a la primavera. Me refiero a que, cuando me relamo, la comisura del labio superior me sigue sabiendo a gamba. Prometí que no me lavaría los dientes y cada día tengo que alimentar la caries con un filete de ternera, para que no se encarnice en el marfil. Me refiero a las cicatrices.


Movimiento II

Sabes? Un día me encontré a un tío que iba por la calle arrastrando un ataúd negro. El hijoputa me mira, se sorprende y se le inyectan los ojos en sangre. Me grita: “Tú!!... tú!... por fin te encuentro hijodelagrandísimaputa!!”, yo no tenía ni idea de porqué me hablaba a mí. “Sí, no me recuerdas?, claro, cómo te vas a acordar” (yo pensaba que el tío apestaba a perros muertos, pero era el aliento el que le cantaba como una bandera) “... perdone, pero... le conozco de algo?”, el tío pensó durante un segundo y medio, casi lo confundo, me dice “mira, gilipollas, tú aún no lo sabes, pero dentro de cuatro anios, en el dos mil quince, vas a hacer el imbécil con mi mujer, cabronazo, os vais a ir y me vais a arruinar... prometí que te encontraría donde fuera... donde fuera!! y prometí que te mataría... este ataúd es para ti, lo llevo arrastrando desde entonces”. Lo peor no era que este tío me buscara con un ataúd preparado para mi, lo peor no era que el tío viniese del futuro para matarme... lo peor es que yo también lo recordaba... pero me hice el sueco. Y tú me dirás “y a qué viene ésto?”, la verdad es que yo tampoco lo sé, sólo puedo contarte las cosas que me pasan. Así son, y así te las cuento.


Movimiento III

Novotel” pone en el letrero de arriba del todo, esta noche hay un concierto de una americana que toca la guitarra y ahora mismo firma autógrafos tres mesas más a la izquierda de donde me siento. Yo no la conozco. Para mí no es un ídolo, ni una estrella, ni su nombre significa nada para mí. Hace un rato tuve que salir para fumarme un cigarro y allí estaba la tipa. Cuando me acerqué para pedirle fuego tenía cara de asustada. Después de darme fuego, para tranquilizarle, le comenté que qué raro, que hacía sol y que por fin había dejado de llover. Tímidamente entablamos una conversación sobre Espania, Andalucía, Sevilla y el flamenco. Me dijo que creia que había estado. Le contesté que eso no podía ser posible, que cuando alguien va a Sevilla no lo olvida, hay ciertas cosas en la vida que se quedan tatuadas en la retina, la Giralda es una de ellas, quiero decir, en espíritu. “Procuraré no olvidarlo”, me contestó, “hablas raro”, me dijo, “normal, cuando uno tartamudea todo suena a 'remix'” - “no me refiero a cómo hablas, sino a las cosas que dices”. Terminamos el cigarrillo, yo quería invitarla a un canuto, contarle que vivir de hotel en hotel es poco práctico y contarle que el café que yo hago es mucho mejor que el de la barra de ahí dentro, pero no me dió tiempo. Otro tipo raro le dijo desde la puerta algo que no pude entender y se fue con cara de aburrimiento. Todavía tengo su mechero. Ya se lo devolveré cuando no esté rodeada de gente. Mejor no. No soportaría saber que hablo con una persona genial. No pienso preguntarle quién es. Ya tengo bastantes ídolos con mi Madre. Seguro que no me entiende.

(...)
Joder. Ha llegado seguridad del hotel, ha desalojado a los fans de la tía ésta y, cuando se van, se me acerca. Antes de que llegue, saco el mechero pensando que me lo va a pedir. Me acaba de decir que esta noche toca, me ha dado una foto firmada y me ha sonreído. Mierda. Le gusta ser ídolo. Ya no quiero invitarla a un canuto. Ya no quiero verla. Que le den. Será engreída?. Me quedo con el mechero. Estos americanitos nos están machacando y no sólo con su acento de “Chuin' gam”. Qué corahe.


Dienstag, 7. Juni 2011

Sherpa


Me sentía así como los sherpas. Tenía companieros que hacían grandes gestas, compartían con sus companieros sus heroicidades y sus juegos de a ver quién es mejor, y a veces ganaban. Había fiestas en su honor, champán y canapés. Eran capaces de llegar a la cima y de coronarla con banderitas, con frases que empiezan con “la vida es...” y con razonamientos sublimes que sólo los elegidos eran capaces de formular. Yo era el sherpa. Les veía antes del comienzo de la jornada, cvuando eran torpes, pesados y sin organización en las ideas. Un soplo. Una indicación. Un empujoncito, y todo empezaba paso a paso. Y paso a paso les iba corrigiendo, rectificando, depurando ideas que eran bastas y sin forma. Los muy imbéciles, por regla general, no tenían ni idea. De hecho aún no las tienen. Les ayudaba en el desarrollo y consecución de lo que pretendían. A veces lo conseguían. Entonces les cubrían de oros, de homenajes y de “tío, eres el mejor” mientras yo me escapaba al jardín a fumarme otro. Yo era el sherpa. Cuando ellos llegaban a la cima ya era mi sexta vez. Yo no ponía banderitas. Yo no enseniaba con gori-goris las moralejas de la vida. A mí no me interesan esas galletitas. Ellos sí que saben diferenciar entre plebeyos y marqueses. Ellos sí que tienen autoridad moral para saber discernir lo magistral del plagio. Ellos sí que saben insultar con la boca grande mientras imitan a sus onanistas favoritos. A mí ya no me interesa saber. Sé qué sendero llega adónde y sobre todo porqué. Es como si te dedicas a hacer un teatro de marionetas y no sabes cómo funcionan los hilos. Es lo que pasa. Como si haces Filología Alemana y no tienes ni idea de lo que es la “Ópera de los Tres Centavos”. Como si estudias Arquitectura y preguntas qué es esto cuadrado, con agujeros dentro. Como si lees el Romancero Gitano y dices que es de Los Morancos. Es falta de disciplina, de orden, problemas psicológicos, no sé qué puede ser, pero tampoco me interesa demasiado. Lo importante es la cara que ponen cuando los demás les aplauden. Realmente piensan que son genios. No tengo nada en contra. Me parece fabuloso. Yo soy sherpa, no llevo pegatinas de propaganda ni publicito Mirindas. Y si quieres un recuerdo de la cima, te traeré un ramo de flores cuando otro imbécil quiera que le respeten.

Así que, en la próxima fiesta que organicen, si me quieres ver, búscame en el jardín y sigue el rastro de humo. Allí te espero para lo que se encarte. Podremos planear la salvación del apocalipsis, una nueva religión o rodar una película en blanco y negro. Ya sabes, soy sherpa, me encanta ayudar, sólo... pronuncia bien “Shakespeare”, es una manía, me pierden las maneras. Pido poco. Lieb' mich, du doof.


Eso me pasa por huntarme con subarten-no!

- Juncal -


La marrana, la gorrina / ...

Himno a la Represión de los Cenutrios.



Sonntag, 29. Mai 2011

Quién teme a Richard Wolff?

No es ningún filósofo. Tampoco es político ni artista ni literato. De hecho, ni siquiera es una "cabeza bien pensante". Es economista. Y ya está. El hecho de tener un Doctorado le ayuda bastante a la hora de organizar el discurso. Por lo demás, lo que viene a decir es lo que diría mi abuelo después de ver un telediario. Poco más.
Richard Wolff, en la conferencia que enlazo, adelanta una especie de genealogía de la(s) crisis (post)capitalistas en los Estados Unidos (1970-20...), una crisis que amenazó y amenaza con ser exportada al más exquisito modo "MacDonald's". Para demostrarlo, se arma de porcentajes, de estudios, de extractos, de siglas y de un exquisito humor, todo bien organizado, regulado y memorizado, con sus pausas oratorias y su aspecto ligeramente decrépito. Todo un examen de conciencia yanki sobre cómo justificar la debacle.
"Capitalism hits the Fan" (Feb. 2009) se llama la criatura. En él une cifras (tomadas, claro está, como ciertas) con hechos, hechos con acciones y acciones con sus reacciones. Al mismo tiempo (como buen estadounidense) no se olvida del sensacionalismo, un tufo de alarmismo (en frases desafortunadas y altamente malinterpretables) y una idea de Europa como algo así entre un brioche y pizza en un balcón de la Toscana. Así mismo no se olvida de dar "al Bush lo que es del Bush y al Obama lo que es del Obama" (o sea, lo mismo, segunda parte), esto es, un cimiento razonado y razonable al movimiento 15-M.
Vadea sabiamente los Watergates que se nos hayan ocultado (incluyendo Obama, invasiones en Sudamérica, Oriente Medio y demás "Afganistanes"), la unión entre política y economía, la (falsa/manipulada) idea de "Libertad" y, como propina, da una sabia introducción a esa tendencia catastrofista del cine Hollywoodiense.
Y tampoco voy a hacer un resumen de la charla, creo que es fácilmente entendible (la presentación es realmente aburrida) y, como dije antes, está muy bien estructurada, me parece una muy buena introducción a los movimientos sociales emergentes en Espania (lógicos y brillantes) y, espero, en Europa.

Opinión personal #1

A mí, este imbécil me parece muy muy interesante. Dice bien poco, nada nuevo, pero lo dice en órden para que los demás lo comprendan, se trata de los "e-é u-ú". Todos sabían de qué iba la película, pero el rollo es que se les bombardea constantemente con miedos, censuras y hamburguesas, no les dan tiempo a que piensen, mejor acribillar al respetable con antidepresivos a que sean inteligentes.
A su manera, el Wolff tira de la manta, y si se lee entre líneas, sale hasta Al Gore partiéndose el pecho después de haber vendido la moto a base de bien. Hasta Obama sale retratado, porque lo de Bush era escandaloso.

Opinión personal #2

En mi opinión, Richard Wolff entra en el Hall of Fame de pensadores cuya obra circula (acaso ilegalmente) libremente por internet. Como ellos, hace públicos razonamientos, estudios y conclusiones intelectualmente exquisitos. No estaría a la altura de N. Chomsky o S. Zizek, a pesar de la brillantez en la exposición y en la secuencia argumental. De cualquier manera, la aportación certera de datos y estadísticas junto con una interpretación muy concreta hacen de esta charla una obra muy interesante y recomendable.
Resaltaría el final de la charla. Es un razonamiento muy interesante sobre "no tener nada (que perder)" vs. "tener la mayor fuerza militar del mundo". Gracias al cielo no ganó McCain.



PD: El Real Betis Balompié vuelve a ser histórico. Pero eso se merece otra cantata.

Freitag, 20. Mai 2011

El cielo de la boca

Los días siguientes traían el velo transparente de un invierno fingido. Los ojos como las ventanas y el piano lento de las tardes por el desagüe, la procesión de todos los demás, el transeúnte de mi peatón que se abriga, medialuz a proa, silencio en clave de sol.

Arriba, más arriba aún que las azoteas, mezclo medicinas para que me salga la primavera por la garganta. La ronda del alféizar. Separo con cuidado el músculo de la ternura. Secciono la articulación de la sábana. Aparto el tejido del olor a desván. Aurículas y ventrículos que se abren como un libro, y se puede ver el latido sordo de las marionetas.

La opereta de las uñas que no se clavan, el naufragio mudo del sofá. Uno a uno los instrumentos tiritan los dientes, soñando con cocinas de café y mediatardes de azúcar. El sol. La luz en el balcón. El tierno desierto que sube por el tobillo. En el fondo de la maleta se calla el monstruo de las fotografías, y se oye el silbido siniestro de la cola del reloj.

Más tarde, con un silencio limpio de patenas y lejía, se abren paso los fantasmas y las noches congeladas. Giran el cuello los claveles. Luto en el escaparate de las floristerías. Un gato que se escapa tras una esquina. Humo que, con el viento, desaparece. Recojo papeles para la candela. Debajo de la cama se esconden todos los monstruos. Calla, que no se despierten.

Sonntag, 8. Mai 2011

Marquesito dixit

Desde el otro lado del trauma, en qué me habré equivocado?

Me preocupa el regalo que llevaré la próxima vez

Mientras conservo mis champagnes en la bodega

Y no me quito el instinto ni con aceite hirviendo.


Marquesito dixit viajemos en tren como el resto

Marquesito dixit tomemos ésto y lo otro también

y mientras pasamos por encima de los puentes

pienso en cómo debería haber sido según Darwin.


En qué me habré equivocado?


“Si sigues pensando como un perdedor nunca vas a ganar”

como cuchillo caliente en mantequilla

la belleza de Enschede y el sol de Leipzig

y agotar una fuente si tengo sed.


Pasa el sol por los balcones, seré obseso

estoy seguro que ruedan una película sobre mi vida

cuatrocientas millas alrededor me hacen el coro

y haga lo que haga caigo de pie como las ratas.


En qué me habré equivocado?


Mientras tanto, los mismos siguen haciendo lo mismo

no se cansan, Marquesito dixit, de pensar sin pasiones

yo me enamoro quince veces cada noche y resucito

y mira qué fuerte me he puesto desde entonces.


Y, volando sobre los tejados de nueve plantas,

los próximos dos días serán otras dos eternidades

me esperan con fiestas de bienvenida, Marquesito dixit,

llevo el frac y el piano de cola, Marquesito dixit,


Y en qué me habré equivocado?


De coda, trenzas rubias, para más senias

sigo sin comprender a la que me espera por ahí

el vino y el humo y los viajes que me llevan

Marquesito dixit tengo razón y aún no sé en qué.


De coda, ramos de flores, dolor de garganta y más fotos

perfumes, notas e invitaciones con canapés de salmón

y mientras el mundo sigue hundiéndose sin estilo

en qué me habré equivocado? Marquesito dixit.

Punki, Peri y todo lo demás.

Volví a Sevilla. El depósito lleno y el motor a punto. Menudo picor. Me picaba el alma y nada mejor que una Giralda para curar en salud, me explico, si la velocidad se mide en kilómetros, mis amigos tienen cohetes, y desde la ventana, derrochando pasión, misericordia y dinero a partes iguales. Familia.
Jugando el póquer de la cerveza, tirando los dados debajo de la mesa y déjame que te cuente de qué van las corridas de toros, mulata, todos te van a decir mentiras, pero la mía suena romántica, cómpramela, tonta, que estoy estudiado, humo, movimientos de brazos, a gritos preguntando dónde cae la próxima. Hasta luego, mulatita, será un placer que me olvides y que te vendan la moto en la esquina. Motos. Desde que quité la tienda no creo en los mecánicos.
Y mientras tanto, por la plaza, van surgiendo Doroteos y Pisones. Espuma de cerveza en los labios extranjeros del pincel a media tarde, esplendor sin nubes, cuerpos, "eres tú!, qué haces aquí?" sorpresas que se esfuman por el canalillo de un verano recién estrenado, la piel tensa, estoy en forma, puedo masticar el hierro de las catedrales y suspirar por el corazón la rosa de todos los vientos, sí, invítame a otra que hoy doy suerte, no lo ves? arrímate, que lo mismo te toca la lotería. Del cuello me agarran "nos esperan en el piso", me despido sembrando de besos el aire mientras me alejo, tiro al plato, dispárame, morena, que si no es muerto no me voy, soy un mentiroso, pero eso ya lo sabes.
Y rizando el rizo, fiesta en la terraza. Erizos de mar, crustáceos, finlandesas y alemanes, estrellas que colisionan de fondo y botellas de champán que explotan, polaca, dice, yo veo a una tía espléndida que es la companiera de piso de mis otras dos mitades, la ciudad va poniendo la mesa, autopistas que se cruzan ahí abajo. Gritamos la canción del impresionante, exquisito, el sabor de la gamba de Huelva y los roscos de Bollullos, ergo gloria, impresionante el descubrimiento: soy yo, en grandes columnas y en el aire de todos los cigarrillos, en una guitarra falsa y flamenca, hoy hay fiesta, pero yo ya llevo el pecho de farolillos y lunares de mejilla gitana, baila conmigo, si te pierdes te marco el ritmo con los tacones, tú sigue mis tacones, sigue y siguen hasta la siguiente parada, un bar donde la cerveza la sirven cristalizada de lo fría que la ponen, yo ya estaba sordo, quería decir "óle" pero se me escapó algo más. Placer y privilegio, el ser desalojado de un bar por la puerta grande, como tiene que ser, desde el suelo pude oír cómo todos se reían. Yo quise brindar, pero no me salía.
Mi Sevilla. Abrazos repartidos y ataques de brillantez. Peri, Punki y el resto. Tomándole el pulso a la bestia. Y tras uno de los cafés, Rubita que habla con sus amigos. Yo soy más guapo, pienso, me conservo mejor y tengo más pelo, resisto dos partidos de baloncesto con mis alumnos, eso es algo. Nos unen el luto en las pupilas y unos punietazos en el pecho. Minuto de silencio y aprovecho para enterrar fantasmas. Otro chapó. Dos aviones se cruzaron el el cielo, pero no los vimos, estaba de camino a otra esquina donde planear el aterrizaje, y allí aterrizamos. Qué rumbo consagramos, Lázaro?, me duele admitir que no era yo, yo era Lázaro, imagínate la cortesía. Tapas de queso, full de reyes y sotas, apurando en las curvas para recortarle metros al primero, chutando desde fuera del área, a ver si esta chicuelina me sale mejor, y justo antes de volver...
... Justo antes de volver se presenta Desideria. Ni idea de quién es, ni ganas de saberlo. Jamás una chispa había levantado un fuego así. Cuánto fue, media hora? dos? tres?, ni me interesa, el caso es que, con la maleta en una mano y el abrigo colgando en otra, "eres capaz de irte y no darme un beso como tiene que ser?", no me jodas, morena! a robar a la cárcel?, yo casi estoy en el aeropuerto, y no tengo catorce anios para irme con dolor de huevos a cascármela a otra parte, vas a soltarme eso delante de toda esta gente? tenía el corazón tan empalmado que brillaba, la pasión es genial, sí, pero no voy a perder un tren al trabajo por bajar al pilón. Ya no.
Y me fui, a traducir cómo le palpita el pecho a Sevilla a una ciudad en blanco y negro. El corazón calentito y mis dos testigos en sus casas, para dar fe. Es la teoría de los cohetes. Pura velocidad.
Esta es la verdad. Así ha ocurrido. Miento, me quedo corto, es la punta del iceberg, sólamente. Íbamos a robar tumbonas de un hotel, a saquear bares y a mantear extranjeras, pero eso es otra narrativa, On the Road se quedaría en mantilla. Es maravilloso saber que todo espera con los mismos sabores. Los mismos sabores.
Delicioso.

Montag, 2. Mai 2011

... am nächsten Tag

Llegar a casa, el calor de la calefacción, abrir la maleta,
el sofá arrugado, unos papeles, el sonido del frigorífico
y la luz de las sirenas proyectada en el techo,
"el ruido de los coches es como una marea que va y viene"

Y con qué palaritas voy a traducirte estas noches?
cómo te traduciría yo la manera náufraga del lunes?
Su animalito mira con la dulzura de los desamparados,
su pequenia bestia que busca el pecho de una calefacción.

Fuera aún resuenan los ecos de los bares,
el malecón brillante de los atracos al alma,
viajes sin fin entre los hielos de las copas,
cocodrilos que sonríen plácidamente como crías.

Y al modo de isla, el atolón furtivo que se escapa con los globos,
la suave tragedia del suenio enredado en el cabello,
la cuerda de la espalda, el calor, vuelos que casi casi,
azoteas que se ven a vista de pájaro, y aire, aire templado.

Guardando el secreto de los conjurados piadosos
con qué palabritas te traduzco tu pequenia bestia?
monstruo de ternura, animal bellísimo, veneno,
cómo voy a decirte todas estas cosas?
Y esperar que tus ojos me comprendan?

Montag, 21. März 2011

El cielo de los gatos

Qué son estas voces, estas fotografías?
Tu cara no pertenece a esta biblioteca
Donde cada título cierra una historia completa
y sólo se oye el sonido sordo del invierno.

Quién va a distinguir la política y el amor?
Quién llevará tus zapatitos de gato?
En tu luna playera se me encayan las preguntas
Que no me sé responder ni a gritos.

Quién ha visto a tu gato?
En mi azotea aterriza el olor de tu piso
Seguro que sigues por ahí arriba
Y no se sienten los pasos si pasas por la ventana.

Noches Blancas, historias por carta,
Sin derecho siquiera a mentarte,
Pero a esa fiesta llegué demasiado tarde,
Azoteas, azoteas llamando a maullidos, el corazón de gata.

Todos los días después fueron los días siguientes,
Tus ecos los oigo maullar que son los tuyos,
Escucho de perfil, sonríes, suspirando tu alma, maestra,
Arriba, más arriba que las nubes, en el cielo de los gatos, ahí habrá fiesta.

Y mientras suena otra lágrima que no sé pintarte,
Prometo, te prometo, dejar un cuenco de leche en la ventana,
Maullar con el resto que todo ha servido de mucho más de lo que crees,
Tus hermanos tienen razón, yo casi no existo, tú sigues siendo, también tengo un trocito de tí,
Desperezándose en la azotea de enfrente, mira la Nieve qué Blanca, mira qué Blanca es esta noche, San Pablo componiéndote entre notas de Blues, cartas anónimas, gente que te imita por los callejones, si me recuerdas, tu cocina, conjugar el verbo echar de menos, ecos, homenajes y conciertos en la Alameda, tu gente, el tocadiscos, las velas... la playa...


Con todo el respeto y el cari
ño, a Blanca.

Mittwoch, 16. März 2011

A pedales

Dándole a los pedales hasta la próxima gasolinera. Agárrame si me caigo. El transeúnte de turno se mueve para ejecutar su trabajo. Funciona. En la esquina, uno toca el violín. Sólo lleva dos euros en moneda suelta. Llueve y se me despinta el maquillaje. "Todos vamos a ir al infierno" me grita, pretende que no le entiendo, yo le digo que mi maquillaje se debe a que vengo de ver al hijo del enterrador y me prometió que bailaríamos y cantaríamos, vengo por cervezas, le digo mientras él se presigna. Caja bajo el brazo. "Sixpack", pronuncian. Cesta de atrás.

Y dándole a los pedales, agárrame si me caigo. Apenas llego a la puerta me reciben dos que discuten sobre sie el vino italiano es mejor para no comer nada. Las escaleras podrían ser las de un gallinero. Uno con una guitarra. Pretende haber viajado. Vender las papeletas de una rifa que no es la suya. La cocina no tiene sitio y quién les dijo que ahí se podía bailar?. Mira cómo estallan en risas y abrazos. "Me gusta tu maquillaje", yo esperaba encontrarme a una rubia enorme. Es un maromo que me llega al hombro. Creo que intenta algo conmigo. Joder.

Y volviendo al pedal, arrímate si hace frío. El estómago de los desamparados y el maquillaje retocado por el camino. "Estás perdido, imbécil!" me grita uno con un paraguas, no tengo tiempo de insultarle. Detrás de una esquina, otro me dedica "Ya te queda menos", menuda revelación. Desde la puerta de los bares, por las ventanas y los balcones, desde los coches, con el dedo a decirme algo que suena a condena. Hasta el de los cupones. Y digo yo que podrían hacer una coreografía o algo parecido, incluso las nubes podrían hacer de coro. Hasta las manecillas del reloj me apuntan. Llego a casa. Llueve como si se hubiese roto el cielo. "Manos arriba" me dice la cama, eso sí me parece perfecto. Lo demás ya se solucionará maniana. Apaga la luz.

Dienstag, 1. März 2011

Descacharrado

Trafico mi alma por los agujeros donde se escapan las cosechas de invierno. Qué cobarde!. Y si fuera un chivato diría a las claras dónde está el suelo que piso, lástima, me muero de ganas de contarte las azoteas, los alféizares, el olor de la luna que pasa por delante de mis ventanas casi siempre, si no hiciese tanto frío el tiempo pasaría más lento, si supieras, si tú supieras cómo se hace un agujero todo el saco en el que he metido lo que me quedaba.

Se me hace la lengua de trapo antes de empezar a llamarte, me rajo el pecho a ver si me respira el aroma esquinero, esta vez no te vienes conmigo, me dijo, esta vez no te vienes conmigo, si supieras con qué ganas se me rompe la cabeza cada vez que sales en ese anuncio, me llora el colchón y a cambio, le pinto películas para quedarme dormido. Me sueno en la canción de los supervivientes, y hoy he vuelto a oírme diciéndole al espejo “te quiero”, no te rías, de alguna manera lo necesito, me muero de ganas por estrellarme contra la pared de tu balcón, por salir por tu baniera, por hacerte cosquillas en las tripas a destiempo, embarcarme en tu tejado y no dejarte dormir, si tú supieras, que el ruido de tus tuberías son mis dedos araniando.

Y lo mismo soy capaz de cometer la hazania y mato a todos los relojes, parece que algo dejó de funcionar ahí dentro y sueno a roto, no voy bien, atraso, sigo hablando en azul, en verde, el manojo de colores que cabe en tu jarrón, que sólo el verde, seré inconsciente, tirando por los callejones los suenios que cobro cada fin de mes, navegando el barco de las tardes que llueve, me hago de comer y me pongo la mesa como si no hubiese pasado nada, cada quince minutos me alegro de algo que ya no recuerdo, lleno el saco de las cosas que aprendí de memoria y siempre encuentro un agujero nuevo, no mires, voy a volver a morirme, ahora vuelvo, ves? ha vuelto a no pasar nada, la costumbre ya puede más que el estómago, ahora quiero tener hambre, tu perfume que sigue durmiendo ahí al lado, y casi veo tu sonrisa de media boca hablándome de cuando las estaciones eran de tren, me empacho la cabeza de tantos kilómetros, enciendo otra vela para pedir el próximo día, si supieras, que con la cera he hecho un libro que ni yo entiendo.

Después doblo la esquina de tus besitos de buenos días, como si el frigorífico tuviese el reflejo del río, vuelvo a oler tu almohada de refilón cuando hago café, parece un chiste, parezco un chiste, te encantaba reírte cuando te hacía fotos, qué bonto era tener celos, desesperarse, cuando teníamos el corazón grande y éramos capaces de llorar por estar juntos otra vez. Observo el polvo del abrigo de entonces. Yo tenía corazón. No es divertido?. Me desbocaba gritándote piropos y te cogía las tetas cuando me decías que no podía, y te miraba las piernas y me empalmaba sólo con pensarte. Yo tenía corazón. Creo que era divertido. Era divertido perder el control para explicarte lo preciosa que eras una y un millón de veces, no lo he hecho bien, déjame que empiece de nuevo. Termino el café ya son las siete, tomo mi bufanda y la bicicleta, mientras llego a alguna conclusión que siempre se me olvida por el camino. Por el camino.

Y me viajo cada día para salvar el culo de mi alma, morfina para el corazón y mira qué duro me he hecho, ya soy una persona mayor, como tú, tengo mis grandes problemas y mis cosas importantes entre manos, soy tan responsable que me da vergüenza de lo mentira que es, mira qué mayor soy, ya casi no sonrío, voy a bailar solo, para que nadie me vea y si escuchas con cuidado me podrás oír bailar desde el otro lado de tu pared, he aprendido a vivir en tus pisos de al lado, si tú supieras, que te escucho todas las noches antes de que te quedes dormida, que no me acostumbro a quedarme sordo, que sin escucharte no duermo, que si no te escucho no oigo, me vuelve el frío y acércate que la estufa ya no me sirve, siempre tengo la sensación de levantarme después de haberme caído, siempre siento que me estoy recuperando.

Y acabo metiéndome en el saco, y acabo escapándome por un agujero por donde me gotean las cosas que me quedan por decirte, y me voy acabando mirando retratos en los que sales tú sonriendo y yo escondido, a mí también me daba vergüenza salir en las fotos, ya sé que te has olvidado, yo sigo descacharrado, ya ves que sueno mal, este ruido se me escapa del pecho cada vez que me siento, y hoy me ha salido sin sentarme.

Mittwoch, 9. Februar 2011

Chicle y colorete

Más tarde, que venga con traje de Viernes y con la prisa de las duchas. Anoche, me refiero, o anteanoche, como los cohetes en busca de un helado de fresa. Manzanas y chicle. Colorete. El caso es que ni se presentó, repartía chupitos de algo que ni idea. A mi me estallaban los oídos por la música pero parecía encantarme. Humo y corsés. Sirenas. A gritos nos vemos en la cocina. Rodajas de limón, hojas de menta y naranjas. Risas. Aquí no hay sitio. Tienes algo?. Ven al balcón.

Más tarde, con la cabeza partida a conducir el avión como si fuese una moto. Soy un genio en esto de perder la cabeza, brindis en brindis, eres simpático, yo me sentía como un Cristo por callejones, no conoces esto? te lo voy a enseniar, gente que suda mientras baila, esta copa es una invitación, no la puedes rechazar, ruido y más humo, la puerta del servicio.

Y así sonaban los cohetes por allí encima, como todo el ruido que parecía encantarme, así sonaban los saltos, el sudor, los fuegos artificiales, igual que la música que retumbaba en las paredes, así sonaba el alcohol, la rabia y algo más, así sonaban los naufragios fáciles, como ese infierno de chicle y colorete, así, así sonaba mientras me pintó los labios como podía, a chupitos, a rodajas de limón y a sal, y cómo sonaba!, a bofetadas, a latigazos y a plumas, como todo aquella música, todo aquel ruido.

Más tarde, más gente, más humo, dónde has estado?, han preguntado por ti, yo me sentía desarmado, ven al balcón, mírame a los ojos, dónde has estado?, ron, zumo de limón y hielo, fresitas de gominola, pintalabios, no me siento bien, vamos a bailar, soy un experto en caer con estilo, diles que me he ido, no te preocupes, ruido de música y gente, humo, la puerta y una voz que grita eh, dónde vas?, colorete, pintalabios y un dolor en una rodilla, cigarrillo.

Montag, 10. Januar 2011

 
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