Que no se te note

"Es un detalle que no te hayas quitado de la bebida, así nunca me sentiré solo"

La vuelta de los buenos tiempos, dicen, si te soy sincero, me tiemblan las piernas de sólo pensarlo. Después de las despedidas de los tontos y la vuelta al ruedo por la puerta grande, brilla como los ecos de anteayer el sol prestado de los días entre paréntesis. Pertrechada toda ella de la soberbia que necesitaba para volver al tajo: La vuelta de los buenos tiempos. Bailaremos el boogie, el fox-trot y todo volverá a ser groovie como la ducha del viernes noche, engánchate a mi brazo y trabajaremos a destajo el costado del contrincante. Seguro que no te has olvidado de nada. Te puedes disfrazar de persona, pero lo tuyo no se quita ni con camuflaje, eso es fabuloso.

"Por fin has despachado a ese. La verdad es que no te venía nada bien, sabes?, te estabas quedando imbécil"

Habrá que ponerse de barro hasta los dientes. Ya sé que suena a la misma cantinela, pero ahora todo debería ser diferente, no? sí, volvemos a los buenos tiempos, a abofetear la otra mejilla, se buscan samaritanos buenos, obedientes y ligeramente chulos, así la caída será más divertida, volvemos a ser monedistas, a dar verde a los árboles, a metabolizar las penas prestadas, a presentarlas con estilo y a llevarnos las rosas por donde pinchan, chapó!, tiro porque me toca, le sacaremos el alma a las Caperucitas que se tercien y las venderemos al por mayor, lo demás es literatura, patranias, disparando al cielo por si queda alguien... me oyes?

"... por la borda" - es divertido que no te hayas olvidado, carinio, así no tendremos que repetir el tema uno.

Qué bonito es no tener nada!. Haremos fuegos artificiales, akelarres, vudú, "les enfants terribles", gritando por las esquinas que el corazón tiene la boca más grande que una chimenea, a ver quién le pone vallas al cielo, que nos busquen en los escombros, este pellejo no sale ni con lejía, "poco dura la alegría en la bahía de mi corazón", mejor todavía sale desde una tubería que desde un rascacielos. No te olvides los libros, los apuntes y el tabaco, el vino saldrá gratis, ya lo sabes, monedistas, picalagarteros o columnistas son de generación espontánea, ahora nos respetarán, tenemos más cicatrices, nos lo llevamos de calle... te imaginas que llega cualquiera con veintipocos y, mientras os tomáis un café, te suelta por lo bajinis "... sabes? yo escribo"?. Deja que el cielo se abra, contente y trágate el café, que no se note nada, que no se te note, a ver si eres capaz de no reírte. Pastelitos en la puerta de un colegio. Guiris con hamburguesas. La gloria repartida por los pasillos. Dios, cuánto vicio.

"Carne con patatas" Ahora la carcajada sale incluso mejor.

Ponte el traje de los viernes. Escucha esa copla que te ponía a cien. Mira cómo se me ha puesto el motor. Se me hinchan las válvulas de excitación sabiendo las ostias que podrías darme. Quién ha dicho que hemos perdido el tiempo? ahora todo será más divertido, podemos ser putas de lujo, se puede pedir más? sí, un litro de cerveza, cómo se nos va a olvidar eso?

"Atención, atención, se nos ha comunicado que en esta sala hay un poema bomba y está a punto de estallar... BOOOUUUUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMM!!".

Dienstag, 31. August 2010

Trajes

Volví a sacar el traje. Inevitable. Invitaciones, citas, reuniones con tanta gente que me quedo solo, sonrisas -qué pretendes con esa mueca?-, miradas -a qué viene ese interés?-, regalos -no quiero acordarme de tí. Parece que no comprende. No sabe que soy un fantasma, una ilusión que caduca en un rato, Supermán de un cuarto de hora, no me pidas más, en un rato me voy.
Volví a sacar el traje y la fiesta ya había empezado. Hoy estás espléndido, habían dicho, es un disfraz, pensaba, diálogos que no se dicen, fuegos que son ardores atravesados en el estómago, jugadas magistrales que acaban en córner. Me enroco. Póquer de damas y yo con el alma de un comodín. Desde el rincón, traje de luces para cuando se acaban las velas. Tengo el alma de un santo y la polla de un pervertido, lo que queda entre medias son medianías y el resto no sirve, apuesta y si tienes suerte me iré a casa antes de que todo acabe por explotar. O no.
Volví a sacar el traje, yo era una percha, poco más. El café ya está hecho. Ahora vuelvo.

Samstag, 14. August 2010

Revoluciones y escaparates (el blues de Rafael)

El hijo del señorito llevaba un jersey nuevo. Septiembre era la temporada de la guerra y Rafael se peinaba con raya al lado. Soñaba con revueltas, con apedrear escaparates y huir, con las azoteas en el polo sur y con justas, "serás piloto" dijo su padre, y en el campo esperaban las aceitunas y el sol más crudo.
Rafael corrió a la ciudad donde nadie conocía su nombre. Jugaba al ajedrez con los hijos de los señoritos y a veces ganaba. Libros, farolas, pisos de alquiler y madrugadas. Fuegos de San Juan para calentar las tripas y revoluciones que, por bordarlas, se tiran por la borda.
Por fin Rafael tiraba piedras contra los escaparates y nunca le cogían. En el retén turnaban la guardia pero nunca dejaba el frente, hasta que un día, en el fragor de una de esas, se oyó un disparo.
Vi cómo caía y cómo me fingía una sonrisa diciendo "yo estoy genial, sigue tú que yo voy detrás". Fue otra más y yo dejé el vicio.
La última vez que me lo encontré llevaba bastón. Decía que los escaparates eran pequeños, que ahora pensaba en algo mayor y que esta vez sería la definitiva. Quise invitarlo a un café, iba tan despacio con el bastón que sin querer me adelanté. "Sigue tú, yo voy detrás", me sonaba de algo. Me tomé los dos cafés y me cansé de esperar. Supongo que encontraría a alguien con quien conspirar. Todavía, cuando escucho las revoluciones en la radio me acuerdo de Rafa y su manera de tirar piedras. Todavía espero que salga en las noticias pero no aparece. Seguro que sigue fuera de casa. Sí, lejos de casa.

Mittwoch, 4. August 2010

Cicatriz

Eres mi eco, se había dicho frente al espejo, una pantomima, un simulacro. La Primavera de las radiografías le crecía en el tobillo, flores metálicas que se incrustan en las articulaciones, pies que no saben conjugar el verbo bailar.
La ventana no entendía de tornillos ni de placas de acero. Con pasos defectuosos volvió a la silla a escuchar sómo la sangre le iba recorriendo rítmicamente. Pensaba que era una máquina biológica. Que sus arterias alimentaban no sólo células sino también acero. Acero que no se oxidaba. Se acarició la cicatriz. Piel fingida, pensó. Tallos que se injertan para sujetar los cuellos. Sin aceros, se caería como un castillo de postales. Soy una flor? se había preguntado mientras intentaba guardar el equilibrio. Guardaré el suenio de las cicatrices y soniaré con correr y saltar, con azoteas y lunas agarradas por la cola, soniaré con el silencio de las puntillas y el rumor del martillo... El espejo reflejaba un fantasma remendado de agujas y relojes.
El frío venía llegando solemne por la esquina. Torpemente, apoyaba las articulaciones para moverse. La cicatriz resistía como una bolsa de plástico con un paraguas. Era un baile de madera y cromo. Marionetas que fingen ser flores. Oraciones de matemáticas.
Tras el baile monstruoso de los bastones volvió al espejo (Eres mi eco, una pantomima, un simulacro). Ambos se senialaron y dijeron Tú eres yo. Ambos se senialaron y dijeron Tú no eres yo. Ambos vestían horriblemente cicatrices. Qué frágil es la carne. Respuestas brillantes de acero y clavo, ecos de voces que se sujetan con alambres y bastones, silencio de herramientas.
Suenios que acaban en punta y aguja, engranajes que funcionan como ecuaciones exactas, ballet de hojalata que no reconoce el sonido de los colores. Clavé la luna para que no se rompiera. Invierno llega. Subiré al desván.

Sonntag, 1. August 2010

 
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