Traedme al mejor de los vuestros

Esta manía de prolongar los malos finales. Pensábais que había naufragado, que había perdido alguna guerra, que había alunizado en una mazmorra. No importa si fue verdad. Vuestro último capítulo fue pluscuamperfecto y me perdí detrás de los periódicos. Desaparecí según el guión. Qué más da si cada día fue una losa o si hubo mirto y flores. Qué más da si hacía frío o si todo lo contrario. Desde detrás de vuestros cristales yo aparecía desfigurado como los fantasmas, dos fotos que me robásteis, huecos que se llenan por aquello de la inercia. Yo era ya invisible. Demasiado ocupado con el siguiente truco.

Os fueron aburridos los días siguientes?, seguísteis bailando la cocaína de cada noche a la deriva?, ardísteis según el guión?. En el siguiente capítulo yo no salía. No pude saber de vuestras coronas ni vuestras gravitaciones. No importaba. Desaparecísteis con el mismo truco y no quedó ni el perfume.
Después, mucho más tarde, llegaron los reproches y las pedradas. Pero yo era invisible. Después se hicieron las mentiras por sí solas. Después vinieron los gritos y la arena en los ojos. Pero yo no estaba. Empecinados contra el cristal sucio, quién os dijo que ese reflejo era yo?. Qué os habéis inventado?.

Vosotros, los auténticos, los que os respetáis como dioses a su ombligo, caprichosos que elegís para llorar al dia siguiente, vosotros, los que siempre lleváis el peso de la razón en los párpados y suenios de piedras y barricadas. Traedme al mejor de los vuestros. Vosotros, los que os divierte pensar en asesinar al vecino, conspiradores, mentirosos autocomprensivos, vosotros, que dejásteis de hacer vuestras tareas para perder el estilo y las herramientas. Traedme al mejor de todos los vuestros.

Dijísteis que me borraríais de vuestras agendas, que romperíais mis cuadros y que quemaríais mis retratos, a qué venís ahora?, a envenenarme con qué veneno?, yo desaparecí hace tiempo, no lo véis?. Qué os importa lo que pasa detrás de mi ventana?. Qué os importa este ruido?.
Seguid bailando vuestros pasos que yo seguiré bailando los míos. Antes los bailábais perfectamente. Recuerdo un tiempo donde todo era melodía. Ya no os conozco. Todos estos días os han cambiado trágicamente. Me ha pasado lo mismo. No me conocéis. Mirad cómo bailo. Yo soy invisible. Desaparecí hace tiempo. Bailad vuestros pasos. Qué os habéis inventado?. Dormid y soniad con un futuro bonito y genial. Haced un buen futuro.

Dienstag, 21. Dezember 2010

Bonita y malahe

Para lo bonita que eres
qué malahe que tú tiene
que cuando abres la boquita
es para darte con el empeine

No eres ná de flamenca
ni paya, ni calé, ni ná
y como tengas ideas
es para echarte a un corral

Qué cosa descoloría
menos arte no lo hay
si no fueras tan bonita
yo te mandaba a Jaguai

Bonita y malahe tú eres
y aunque te vistas de encaje
por mucho que tú me digas
tú eres bonita y malahe.

Mittwoch, 8. Dezember 2010

Lejos

Yo siempre estaba lejos. Muy lejos.
Coloréame un bosque donde cojamos zetas, dijo,
desde la antípoda como los telegramas, y silencioso,
no alcanzaba a un verde ni a un naranja, dibújame
las tazas de té y la decoración de los platillos
y qué lejos.

Lejos como las sirenas de los barcos, más lejos
que las vías en invierno y adónde llegan,
las nanas del tren y qué lejos,
más lejos que olvidar cómo sonaba el aire por tus ramas
un estuche de lápices de colores, ven, me dijo
en un susurro que me llegó este invierno
y qué lejos.

Mira qué lejos, qué lejos estoy,
apenas se ve en el mapa de lo lejos como los barcos,
agito el brazo, mira, como si me vieras,
se ha hecho de noche y sólo se oye el susurro sordo de un tren,
más lejos que las cartas, más lejos que las fotografías,
píntame un bosque, dijo, era invierno y yo estaba lejos,
lejos, muy lejos. Tan lejos.

Mittwoch, 1. Dezember 2010

- Sigo pensando que tienes que hacerte un blog.
- ... Está bien. Mira, me voy a hacer un blog sólo porque me lo has dicho tú. Pero no esperes nada gordo. Si me hago una cosa de esas escribiré lo que me salga de los cojones, y a la mierda el respetable.
- Claro. Mejor eso que desaparezcas del todo.
(Fragmento de la conversación que tuvimos)

Cuando volví al salón sólo había botellas rotas y vino en el suelo.
Botellas y vino en el suelo. Botellas y vino en el suelo.

Despertando de la cuarentena, las jaulas de cuando quedaban ramas que quién las quiere. Las jaulas.
Entonaba canciones, entonaba la canción del Joyce que se ahogaba, del Milton, de la tabla del tres, a palos con las biblias de los Steinbecks y los Derridas, entonaba, el muy caníbal, canciones a palos de cuando las costillas tenían comida.
Claro que sí, claro que estabas allí. Te bebiste mis mismas copas y fumamos del mismo jachís.
Arrodillando el hombro como buenos centauros.
Qué terribles eran las venas!
Qué dura era la sangre!
De las esquinas del jarrón surtían como claveles
los viajes clandestinos de ya sabes dónde.

Y después, telegramas que cosan los costados de los pezpuntes al abrigo del frío.
no, Juan, no saben escribir la palabra "olivo". Nadie sabe escribir la palabra "olivo",
ahora, mírame a los brazos y dime si te miento cuando te digo
Que he visto a Brecht, a Artaud y a Wittgenstein y dicen que ya vienen de camino,
habrá que volver a la tauromaquia como filosofía y a la ciencia como fe,
y a pintar con los dedos todos los torsos que quepan en las manos,
helados de fresa y cintas del pelo,
mil millones setecientos ochenta mil quinientos noventa y siete,
qué bonito será todo pasado maniana!
yo voy a estar ahí para verlo, te apuntas?

Mittwoch, 24. November 2010

Reservas de hotel

Desde la antípoda de los telegramas
condenado a llevar traje de chaqueta y a hacer la reverencia
de los cortesanos del tinto de cincuenta euros
sin pasado frotando la frente contra los libros, aún así,
sigo patrullando las esquinas por la morfina de da igual dónde
vosotros os habéis vuelto todos locos, qué estaréis haciendo?

Y mientras me reservan una habitación en el centro de la próxima capital busco la tronera
donde esconder la bola ocho y el resto de los imanes, el truco de las trampas
se creerán hasta que soy tartaja
respetable y ordenado
planeando en cómo buscar el rincón de donde dijimos y que no nos vean, viajo para no ver nada
mientras preparan el buffet de mediatarde

Y te mandaría un telegrama de auxilio si lo pudiera encontrar
te rogaría cualquier cosa si se me rompiese otra tripa pero qué quieres que te diga
a mí todos los desiertos me parecen familiares
y si te digo que mis últimas cinco proposiciones tenían diecinueve y veinte anios seguro que me crees
corriendo mis carreras de fondo mientras me queden pulmones
y vosotros qué estaréis haciendo? os habréis acabado de volver locos?

Yo no paro de vernos por las esquinas de todas las ciudades
y podría ser más amable, ya lo sabes, pero tampoco me voy a forzar si no pesco
y desde la antípoda de los telegramas no se apuntan los tiros, ahora juego fuera
y este clima no es fácil, ya lo sabes, si lo sobrevives eres un campeón, aquí sigo
peleando el siguiente asalto, estoy eufórico y perdona si no se me nota
vosotros os habéis vuelto todos locos, otra vez, locos de remate.

Donnerstag, 18. November 2010

Clase de ciencias

Esperando que asomes para desbaratarte un piano en el costado. Recordando con cuidado las sinfonías de los pies descalzos. La punta de los dedos. Con cuidado como si fuera o fuese. Dicen que fuera llueve y a quién le puede importar el cielo. Desbaratarte el cabello. Tuve un pequenio cuidado por si acaso y entonces ocurrió el acaso. Daba igual el color del cielo. La marea del sofá y el azul del té. Circundando costas hasta los bordes de las almohadas. Cartografía pura. Podría pintarte con los jos cerrados.

Jugando a ser ciegos, luz que quién la quería, el regusto verde del naufragio y echa las persianas. Desbaratarte un piano en el costado, seré tu raptor, te repartiré las teclas por las esquinas y haré un ajedrez con los bemoles y los sostenidos, con el fa y con el sol, tu la, mi mi, a pasitos el nocturno de la puerta cerrada, de los tejados, la punta de los dedos, el color del cielo. Y el arco de la espalda tiende un puente. Al otro lado, se dejan desbaratar los párpados de las ventanas. Algo que estalla en silencio. Eres un animal mitológico.

Y quién me va a robar lo que mis ojos se han tragado. Allá, más allá de las ventanas, quizá, podrá ponerse el sol del color que quiera. Desbaratarte un piano en el costado. Tropezar con cada una de las teclas como si no supiera o supiese que toco el piano. Querer ser torpe para empezar por la primera lección. Arquitectura. Geografía. Cosmología. La pequenia melodía que puede sacar un piano que se te desbarata en teclas torpes. Empecemos de nuevo. Por dónde íbamos? Tenías descalzas las persianas de los párpados, sí, y se te desbarataba un piano en el costado. Qué barbaridad. Cómo se te desbarataba un piano en el costado.

Y ahora vuelvo a esperarte por las azoteas. Me echo las cartas y me sale un piano. Tiro los dados y sale una tecla. Trenes que asoman por las ventanas. Quién me roba las ventoleras en el pelo y todo lo demás. Soy un mentiroso. Te dije que te escribiría un poema, y mira lo que ha salido. Un piano que se desbarata en tu costado. Somos unos atletas. Voy a volver a empezar para aprenderte de memoria. Voy a desordenarte las teclas más veces. Lo que mis ojos se han tragado. Cartografía pura de la punta de los dedos y desbaratarte desbaratarte desbaratarte, un piano entero en teclas qué locura por todos tus rincones. Y otro más. Azúcar en café. Te tengo un piano en la cabeza. Tu espalda se cruzaba con la ventana y los párpados descalzos tocaban las unias del sofá, el puente se desbarataba y estas teclas son las que sonaban mientras el sol quién sabe dónde estaba el sol haría su ronda. Después nos fuimos por los tejados. A maullar esquinas. Aviones que se cruzan en medio del cielo. Te escucho en todos los pianos. O más.

Donnerstag, 4. November 2010

Barco

Habíamos alquilado un barco para aquellos días. Catorce días en la costa. El sol molestando los ojos y cubitos de hielo. Puestas de sol preciosas. Una radio y poco más. Fruta fresca y gafas de sol.
"Podría quedarme aquí toda la vida" había dicho mientras se colocaba la pamela. El aire era suave y caliente. De noche se podían ver las luces de la playa. Luces de barcos a lo lejos. Yo había preparado dos margaritas en su punto y volví a cubierta.
- No echas de menos los coches, el tráfico?
- ... en absoluto. Tú sí?
- Un poco sí. Bueno, no los coches, el poder ir de un sitio a otro. Aquí te bebes tres copas y tienes la cama ahí abajo, no tienes tiempo de recuperarte. Y claro, jogging tampoco se puede hacer demasiado, no crees?
- Bueno, el cuerpo también necesita no hacer nada. Aquí te descansa también la mente. Es fabuloso estar tan lejos de todo. Me pasas el tabaco?
- ... Aquí...
- ... Vacaciones...
Suspiraba como los gatos. Si los gatos suspirasen. De alguna manera se comportaba como los gatos. Caminaba como una gata, se perdía como las gatas y volvía como las gatas. Y no se oye cuando viene o cuando se va.
- ... sabes? parece que, cuando estoy aquí, no existe mi vida allí, y cuando estoy allí...
- ... piensas en estar aquí, no?
- ... sí.
- Ya. Me lo puedo imaginar... perfectamente.
- ... Trabajo mucho.
- ... Trabajas tanto que ya mismo sales en los periódicos "La más trabajadora del mundo, en exclusiva"...
- Te ríes de mí?
- Nooo, bueno, sólo un poco.
Era lo único que se podían hacer. Chistes. Eran vacaciones. Nadar, beber, navegar lo más mínimo y dormir. Más o menos. Una estrella fugaz cruzó el cielo lentamente. Los dos la miramos caer. Iluminó tanto el cielo que parecía de día, con una luz azulada.

Mittwoch, 27. Oktober 2010

Vuelta

Un cuento, déjame que te cuente un cuento.
Un cuento de gigantes y de invierno.
Como un piano pasaba el puente, como un piano,
con su cola de cristal y frágil de lirio blanco.
Mi pecho cantaba como las giraldas una a una
y se podía ver
desde el cielo de las habitaciones
todos los susurros
que se colaban por las rendijas
de las ventanas encajadas.

Ahí venía, decían los ninios con cuidado,
ahí venía como el frío para el invierno.
Los geranios giraban el cuello por los balcones,
un barco enorme cruzaba el cielo
de su sombra colgaban piropos que no se dicen
y flores de invernadero.
Se fueron durmiendo las ganas del árbol,
el bisturí de un vuelo que secciona una arteria,
un suspiro que casi,
el eco del puente si fuera piano
y mi marioneta
moviendo los hombros si fueran alas
al caer de los parques.

Ahora mueve un ala que se seque
de la escarcha de cristal como un lirio,
haremos candelas para los dedos
y un traje de cartón si fuera un piano.
Todas las tardes
sacaré a mi pequenio monstruo
que se me disuelve entre las ramas.
No llevaré luto
lo prometo
dijo antes de disolverse entre las ramas de un parque.
Y desapareció.

Perdiendo la mirada

A mí tampoco me ponen las florituras, y para hacer bien esto no hace falta traje de gala, más bien el mono de trabajo.
Cómo fue la cosa?, Alemania era, no? sí, cuando llegaste no hacía demasiado frío. Cómo le apestaba el sobaco a aquel chino. Shoko era la japonesa más asustadiza y yo me escapaba al río cuando se ponía el sol, me envolvía las tripas de tabaco por aquello de la anestesia y te dije con miedo que de vez en cuando yo escribía, tú sonreíste y aún no sabía porqué. Cómo fue la cosa?.
Cafés con helados de vainilla, Rosenkeller, Peter, Ian (Ian!), fiestas con rubias fascinadas por sus traumas espanioles, bicicletas, bibliotecas, y así te podría desarmar el rosario entero sólo con seis meses, de qué venías huyendo? es igual, a estas alturas eso es una pregunta retórica.
Lo último que me acuerdo es que Guillem llegó justo para despedirse a Jena West. Estábais todos y yo tenía el alma encogida. Qué musitaste?, qué musité?, poesía la de la tragedia de la tarjeta de crédito, ésto no, ésto siempre fue un trozo de carne cruda.
Después tu blog. Nos tomamos la tensión de vez en cuando lo suficiente para odiarnos. Poco más. Eso es sano. Un lujo. Me dices que te caes de la convocatoria, que no juegas más, que ese circo de títeres ya no calienta un dedo. Tienes toda la razón del mundo. Si me dices que es una mierda es cierto. De eso se trata. Ésto no le importa a nadie. No es maravilloso?.
Si me dices que estás cansada, que se te ha pasado la fiebre, que no hay nada nuevo bajo el sol, que sobreabundan los niniatos y que nadie tiene eso que enciende la chispa, si me dices que no merece la pena, no tengo nada que discutirte, esta canción la podemos cantar a dúo, pero mira alrededor, pilla una buena autopista y a correr... pero corre bien.
Y si no te sale, pues después te saldrá, somos supervivientes, eso nos da un privilegio, podemos venir a contarlo, hemos masticado muchos kilómetros, hemos aprendido a torear toros más grandes y a tí no te falta motor. Tú te avías sola. A tí no te mata una bomba, eso lo sabes tú y por eso te vas y por eso te dejo que te vayas, lo poquito que te falte lo pillarás por el camino. Seguro. Lo jodido es que el río no se para. Este río va a seguir estés o no, esté o no. Si te digo que te voy a echar de menos seguro que te ríes pero eso ya importa poco. Esto no deja de ser un trozo de carne cruda.
Ahora, espero que no salgas a la calle del Féisbuc a alegrarle la vida al vecino de enfrente con un mensaje instantáneo, espero que tengas la decencia de no quitarte del alcohol y de las drogas, sería de réquiem, por cierto, a partir de ahora escribirás comentarios a las poesiítas que más te gusten?, les dirás a tus amigos que "escriben bien"?, les darás consejos?... No te rías.
"Fue bonito mientras duró", no se dice ésto en estas ocasiones? -Déjame que me encienda uno-
En fin, prefiero pensar que vas a mutar en otra cosa y ahora te estás haciendo un capullo, prefiero pensar que va a salir otra cosa, porque quieta no te puedes quedar, sólo una cosa, si se te puede decir, ten cuidado y sigue sobreviviendo, porque estamos de acuerdo, ésto no merece la pena.
Poesías como torres nevadas. Estaciones como las de tren. El tiempo desmoronándolo todo. Pienso en Ian y se me parte el alma. Prefiero pensar que ésto es cojonudo. Que, de alguna manera, tenemos suerte, que todavía no es la hora de aterrizar el barco en una azotea, que queda todo todavía, y eso no es poco.
Perdona por haberte disparado a las tripas. Quería haberte hecho sangre pero sé que de eso no puedo ya. En realidad, lo que yo quiero decirte es que... sería un punto... si no cierras del todo el blog. No?.
Como los cigarrillos que se acaban de fumar. Como cuando se pide la cuenta antes de salir. Como cuando uno pasa la gripe. Jugaré a ponerle violines a ésto y empezaré a acostumbrarme a hablar en pasado cuando me refiera a estas cosas. En fin. Supongo que te pasarás por aquí alguna vez. Nos seguimos viendo, vale?.
Cuídate.

Donnerstag, 16. September 2010

Sereno como un reloj

Sereno como un reloj. A lo lejos va levantando la cabeza el invierno. Invierno de barcos, de hielo en los ojos y de hierro en los tobillos. Ya funcionaba como un reloj. Sabía marcar con precisión las tres de la tarde y calcular los latidos desde casa hasta el parque. Mamá matemática, tartamudeaba regularmente mientras atribuía a las sinrazones cualidades biológicas regulables. Mamá matemática. Aprendiendo el café sin azúcar y razonando que eso es bueno. Calcular la órbita del sol. Medir los pasos a la playa.
El corazón en su latido binario. El costado que no es un piano sino un círculo de costillas. Bisturí y analgésicos. Contando el giro de las bicicletas y el impulso de las piernas. Flores de la raíz cuadrada. Qué fue olvidando?. La gloria de la física y el paraíso de las cifras. Observando el mecanismo de los contadores eléctricos. No había nada que olvidar. Ya no había nada que olvidar.
Soplaba entonces la sirena del tren. Se despedían y se ponían tristes. Sereno como un reloj. Moviste el paniuelo y se cerraron las puertas automáticas. El mecanismo del corazón tiene impulsos eléctricos. Un poderoso motor de doce cilindros movía el barco. En cuatro horas y treinta y siete minutos estarías en casa. El aire tenía un ochenta y tres porciento de humedad.
Sereno como un reloj. Funcionaba perfectamente y eso es bueno. Invierno se acercaba. Subir tres grados la calefacción. Tac.

Donnerstag, 9. September 2010

Que no se te note

"Es un detalle que no te hayas quitado de la bebida, así nunca me sentiré solo"

La vuelta de los buenos tiempos, dicen, si te soy sincero, me tiemblan las piernas de sólo pensarlo. Después de las despedidas de los tontos y la vuelta al ruedo por la puerta grande, brilla como los ecos de anteayer el sol prestado de los días entre paréntesis. Pertrechada toda ella de la soberbia que necesitaba para volver al tajo: La vuelta de los buenos tiempos. Bailaremos el boogie, el fox-trot y todo volverá a ser groovie como la ducha del viernes noche, engánchate a mi brazo y trabajaremos a destajo el costado del contrincante. Seguro que no te has olvidado de nada. Te puedes disfrazar de persona, pero lo tuyo no se quita ni con camuflaje, eso es fabuloso.

"Por fin has despachado a ese. La verdad es que no te venía nada bien, sabes?, te estabas quedando imbécil"

Habrá que ponerse de barro hasta los dientes. Ya sé que suena a la misma cantinela, pero ahora todo debería ser diferente, no? sí, volvemos a los buenos tiempos, a abofetear la otra mejilla, se buscan samaritanos buenos, obedientes y ligeramente chulos, así la caída será más divertida, volvemos a ser monedistas, a dar verde a los árboles, a metabolizar las penas prestadas, a presentarlas con estilo y a llevarnos las rosas por donde pinchan, chapó!, tiro porque me toca, le sacaremos el alma a las Caperucitas que se tercien y las venderemos al por mayor, lo demás es literatura, patranias, disparando al cielo por si queda alguien... me oyes?

"... por la borda" - es divertido que no te hayas olvidado, carinio, así no tendremos que repetir el tema uno.

Qué bonito es no tener nada!. Haremos fuegos artificiales, akelarres, vudú, "les enfants terribles", gritando por las esquinas que el corazón tiene la boca más grande que una chimenea, a ver quién le pone vallas al cielo, que nos busquen en los escombros, este pellejo no sale ni con lejía, "poco dura la alegría en la bahía de mi corazón", mejor todavía sale desde una tubería que desde un rascacielos. No te olvides los libros, los apuntes y el tabaco, el vino saldrá gratis, ya lo sabes, monedistas, picalagarteros o columnistas son de generación espontánea, ahora nos respetarán, tenemos más cicatrices, nos lo llevamos de calle... te imaginas que llega cualquiera con veintipocos y, mientras os tomáis un café, te suelta por lo bajinis "... sabes? yo escribo"?. Deja que el cielo se abra, contente y trágate el café, que no se note nada, que no se te note, a ver si eres capaz de no reírte. Pastelitos en la puerta de un colegio. Guiris con hamburguesas. La gloria repartida por los pasillos. Dios, cuánto vicio.

"Carne con patatas" Ahora la carcajada sale incluso mejor.

Ponte el traje de los viernes. Escucha esa copla que te ponía a cien. Mira cómo se me ha puesto el motor. Se me hinchan las válvulas de excitación sabiendo las ostias que podrías darme. Quién ha dicho que hemos perdido el tiempo? ahora todo será más divertido, podemos ser putas de lujo, se puede pedir más? sí, un litro de cerveza, cómo se nos va a olvidar eso?

"Atención, atención, se nos ha comunicado que en esta sala hay un poema bomba y está a punto de estallar... BOOOUUUUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMM!!".

Dienstag, 31. August 2010

Trajes

Volví a sacar el traje. Inevitable. Invitaciones, citas, reuniones con tanta gente que me quedo solo, sonrisas -qué pretendes con esa mueca?-, miradas -a qué viene ese interés?-, regalos -no quiero acordarme de tí. Parece que no comprende. No sabe que soy un fantasma, una ilusión que caduca en un rato, Supermán de un cuarto de hora, no me pidas más, en un rato me voy.
Volví a sacar el traje y la fiesta ya había empezado. Hoy estás espléndido, habían dicho, es un disfraz, pensaba, diálogos que no se dicen, fuegos que son ardores atravesados en el estómago, jugadas magistrales que acaban en córner. Me enroco. Póquer de damas y yo con el alma de un comodín. Desde el rincón, traje de luces para cuando se acaban las velas. Tengo el alma de un santo y la polla de un pervertido, lo que queda entre medias son medianías y el resto no sirve, apuesta y si tienes suerte me iré a casa antes de que todo acabe por explotar. O no.
Volví a sacar el traje, yo era una percha, poco más. El café ya está hecho. Ahora vuelvo.

Samstag, 14. August 2010

Revoluciones y escaparates (el blues de Rafael)

El hijo del señorito llevaba un jersey nuevo. Septiembre era la temporada de la guerra y Rafael se peinaba con raya al lado. Soñaba con revueltas, con apedrear escaparates y huir, con las azoteas en el polo sur y con justas, "serás piloto" dijo su padre, y en el campo esperaban las aceitunas y el sol más crudo.
Rafael corrió a la ciudad donde nadie conocía su nombre. Jugaba al ajedrez con los hijos de los señoritos y a veces ganaba. Libros, farolas, pisos de alquiler y madrugadas. Fuegos de San Juan para calentar las tripas y revoluciones que, por bordarlas, se tiran por la borda.
Por fin Rafael tiraba piedras contra los escaparates y nunca le cogían. En el retén turnaban la guardia pero nunca dejaba el frente, hasta que un día, en el fragor de una de esas, se oyó un disparo.
Vi cómo caía y cómo me fingía una sonrisa diciendo "yo estoy genial, sigue tú que yo voy detrás". Fue otra más y yo dejé el vicio.
La última vez que me lo encontré llevaba bastón. Decía que los escaparates eran pequeños, que ahora pensaba en algo mayor y que esta vez sería la definitiva. Quise invitarlo a un café, iba tan despacio con el bastón que sin querer me adelanté. "Sigue tú, yo voy detrás", me sonaba de algo. Me tomé los dos cafés y me cansé de esperar. Supongo que encontraría a alguien con quien conspirar. Todavía, cuando escucho las revoluciones en la radio me acuerdo de Rafa y su manera de tirar piedras. Todavía espero que salga en las noticias pero no aparece. Seguro que sigue fuera de casa. Sí, lejos de casa.

Mittwoch, 4. August 2010

Cicatriz

Eres mi eco, se había dicho frente al espejo, una pantomima, un simulacro. La Primavera de las radiografías le crecía en el tobillo, flores metálicas que se incrustan en las articulaciones, pies que no saben conjugar el verbo bailar.
La ventana no entendía de tornillos ni de placas de acero. Con pasos defectuosos volvió a la silla a escuchar sómo la sangre le iba recorriendo rítmicamente. Pensaba que era una máquina biológica. Que sus arterias alimentaban no sólo células sino también acero. Acero que no se oxidaba. Se acarició la cicatriz. Piel fingida, pensó. Tallos que se injertan para sujetar los cuellos. Sin aceros, se caería como un castillo de postales. Soy una flor? se había preguntado mientras intentaba guardar el equilibrio. Guardaré el suenio de las cicatrices y soniaré con correr y saltar, con azoteas y lunas agarradas por la cola, soniaré con el silencio de las puntillas y el rumor del martillo... El espejo reflejaba un fantasma remendado de agujas y relojes.
El frío venía llegando solemne por la esquina. Torpemente, apoyaba las articulaciones para moverse. La cicatriz resistía como una bolsa de plástico con un paraguas. Era un baile de madera y cromo. Marionetas que fingen ser flores. Oraciones de matemáticas.
Tras el baile monstruoso de los bastones volvió al espejo (Eres mi eco, una pantomima, un simulacro). Ambos se senialaron y dijeron Tú eres yo. Ambos se senialaron y dijeron Tú no eres yo. Ambos vestían horriblemente cicatrices. Qué frágil es la carne. Respuestas brillantes de acero y clavo, ecos de voces que se sujetan con alambres y bastones, silencio de herramientas.
Suenios que acaban en punta y aguja, engranajes que funcionan como ecuaciones exactas, ballet de hojalata que no reconoce el sonido de los colores. Clavé la luna para que no se rompiera. Invierno llega. Subiré al desván.

Sonntag, 1. August 2010

Por la próxima

Y mientras me incorporaba incómodo, un mensaje al móvil. En el otro lado de la ventana se derretía otra tarde naranja y violeta. Mi balcón era como un transatlántico. Allí estaban ellos, llamándome con gestos "ven aquí, estamos todos, mira lo que hay fuera". Me incorporaba incómodo, como si soniase que me intentaba levantar. Un mensaje al móvil, demasiado lejos, y si no tuviese hierros en los huesos saltaría por el balcón como los gatos, a buscar el alféizar de las doce y ver rotar las constelaciones que salen a la calle. Si no tuviese hierros, oxígeno desde mi catalejo.

Mi transeúnte circula por la boca del metro y si me llevaras a tu ventana volaríamos como vuelan las cosas que nunca se dicen, si me invitas, si me dices que todo será divertido, balcones con vistas al naranja y violeta de las tardes que se derriten, este aire como de mar, este aire como de verde, y el traje que me puse cuando hicimos la fiesta. Los demás empezaron a elevarse, a flotar, a subir como globos y yo me agarré a las cuerdas. Yo no era un globo, pero me las arreglaba para soplar el violín del resto. Y entonces...

Entonces empezaron a pasar los días que quedaban, que me quedaban, ya estaba contrachapado, tenía mi defensa, mi ataque y mis flancos intactos, y una montania de ideas por disparar. Debería callarme y no soltar prenda, debería desatar una tormenta en el otro lado de la ciudad y así todos se mantendrían ocupados con sus acertijos y sus pronósticos. Brindaré cada vez que oiga noticias de todos, me desnudaré como si alguien me estuviera espiando y me vestiré meticuloso como un travestí. Soy un tío exquisito. Remendado, pero exquisito.

Y la próxima vez todo será mejor aún. Todavía más. Porque se puede. Porque si los hierros salvan, puedo revestirme de acero para cuidarme, para arriesgarme, para saltar más alto aún, porque ahí no hay fronteras. Ya no tengo vértigo, puedo subir sin alas. Dame suerte, me voy. Y si preguntas por mí, no creas lo que te dicen, ya sabes de qué va la película, lo largas que son las carreteras y lo pesados que son los viajes en avión. Yo un día me senté frente a un río y tardé en darme cuenta de que el agua no se movía. Mi próximo striptease será glorioso, no tengas dudas.

Mittwoch, 28. Juli 2010

Anestesia

No funcionaba bien.

De qué color era? blanco? verde? celeste?. La mesa servida para la gente amable. Noche que pasa como un autobus por un túnel.
El fino violín del bisturí separaba la piel delicadamente y un pequenio gancho
apartaba los tendones como si afinara un piano.
Rosas, eran rosas en las sábanas las que caían, gotas de rosas que se derramaban tranquilas.
Separar despacio el hilo de la marioneta, coser de hierro la vela mayor, taladrar el hueso y fijarlo seguro de acero.
Piano afinado, cuerdas en su sitio, separar ganchos y unir la piel.
Coser rosas, qué delicadas, corazón nuevo que funciona con la precisión del clavo.
Noche que pasa como un autobus por un túnel.

Telegramas mientras cicatriza la bandera.

Freitag, 23. Juli 2010

Mischmasch

Y ahora empieza a salir el sol, a buenas horas, pienso, esta primavera es espléndida - es verano - bueno, éso mismo. Siempre me equivoco, quiero decir, no doy exactamente en el clavo.
"Esta noche hay fiesta", me dice con sonrisa de cocodrilo, "habrá cerveza, payasos y música; es verano, pasearemos por el río y comeremos helado", vale, pienso, llevaré una botella de vino y pondré un par de coplas, supongo, me llevaré botas para el paseo, las plantas siempre te manchan los pantalones. Casi en el clavo. En el supermercado, mamaíta no llega al aceite de girasol, "me ayudas?" - claro, este aceite es el mejor para hacer alioli - "yo creo que es mejor para dar masajes... sabes dar masajes?" - no, pero hago un alioli que es divino - "y vienes a casa para hacérmelo?" - bueno, es fácil, verás, se echa el aceite, el ajo... - me mira rara, se vuelve y no me deja decir cómo se usa la Turmix. Siempre me equivoco.
Vuelvo a casa. Mensaje. Hacemos barbacoa en el lago, no queremos echarte de menos. Llevo salchichas, pan y un balón de fútbol, eso siempre es divertido. Salgo a las ocho y a las ocho y media estoy allí. Sólo quedan cinco, desnudos y sin barbacoa. "Sí, empezamos a las cuatro y todos se han ido" - y la barbacoa? - "Qué barbacoa? hemos quedado para tomar el sol y nadar" me pongo las salchichas y el pan por sombrero y a las nueve estoy en casa.
Es igual, esta noche hay fiesta, me pertrecho como los soldados. Llevo el vino y dos cédés. Llego tarde, como siempre. Para entonces, todos bailan después de beber. Sólo hay cerveza y una música horrible. Algunos se ríen cuando me ven tan vestido. "Quítate al menos las botas, no crees que hace... bastante calor?" (Mierda, llevo los calcetines agujereados y como me quite las botas los echo del piso) - Bueno... mejor no... porque me resfrío fácilmente. Todos refregándose en la pista de baile y yo no dejo de sudar con mi camisa de invierno. Un alma caritativa se me acerca "salimos al jardín?" - claro!. Apenas puede mantener la mirada, me abraza "porqué no te quedas a dormir esta noche?" - he triunfado, pienso. Ella es bella y azul. Después de besarme convulsiona ligeramente y empieza a vomitar toda la cerveza que se ha bebido. Genial. Me mancha las botas y el pantalón. Anda. A dormir la mona a una silla. Es lo que pasa.
Vuelvo a casa como a la cuarentena. Mientras me duermo pienso que casi doy en el clavo, que casi funciona, que por poco no me llevo el premio gordo. Un par de mentiras en forma de chistes y un mensaje al móvil que no leo.
Me despierto. El sol en la cara a las seis de la maniana. No puedo seguir durmiendo. Mierda. Leo el mensaje "Dónde estás? necesito verte ahora mismo, te espero en casa". Uy!. Casi. A buenas horas, pienso, esta primavera es espléndida - es verano - bueno, éso mismo. Siempre me equivoco, quiero decir, no doy exactamente en el clavo.
Desde luego...

Mittwoch, 9. Juni 2010

Y yo ardiendo

... Y ahora vas y te me embarcas.

No me digas que no te has dado cuenta. El primer día te dije "gurugú" y no te enteraste; el segundo te lo pregunté y me diste la hora; después te bailé un twist como los dibujos animados pero no miraste, y yo, ardiendo por dentro como las bombillas.
Toqué la trompeta como en las Big Bands, te planté un olivo y te escribí un libro, qué me falta?, montar en globo?, sabes que tengo vértigo!, te conté un secreto, en realidad soy bailarín, y lo que bailo, te lo bailo, mírame!, patino por las esquinas como los trolebuses, saco el sombrero de copa y mi bastón, toco el piano y mira qué bien me sale, y tú viendo la tele, ay, la tele!, y yo, ardiendo por dentro como las cerillas.
Asómate al balcón que te diga cositas, vente al ruedo y bailamos un Foxtrot que nos vea la gente, no sé cómo me las arreglo para arder tanto sin consumirme, sal a la puerta y vámonos a dar un paseíto, un paseíllo, un pim-pam, un chiqui-chín, un tarán-tran-trán, ésto es mejor que un circo, vamos a disfrutarlo como se merece, vamos a darnos un homenaje mientras me quemo por aquí dentro, por aquí dentro, si tú vieras qué calorcito tan agradable, tú arrímate y ya veremos.
Buscándote como un número de teléfono en una guía, como un espárrago en un trigal, cómo te lo explico, para que no te queden dudas, buscándote como una bombilla a otra, como una cerilla a otra, como una pareja de baile que haga... así y... así, y ponga los brazos así y salte como los cubitos de hielo en un ron con cola, y que huela como las damas de noche en Sevilla, soberbias, graciosas y pizpiretas.
Que no se te olvide. Aunque andes por ahí embarcada, yo me sigo quemando igual, qué alegría de ardores!, la primavera cada vez que te pienso, y cómo te pienso!, si escucharas los tambores de la caja torácica pensarías que se han escapado los caballos de tres cortijos, por lo menos, cómo te pienso! como papel, como madera o como gasolina, nos propagaremos como el butano y entonces será como una explosión de amapolas y nomeolvides, de margaritas, de orquídeas, de lo que tú digas porque energía no falta, en absoluto. Fabuloso.

Que no se te olvide. Vale?

Samstag, 29. Mai 2010

Wir haben dich vermisst

... Llego a casa. En la cocina, con un silencio de televisión sin voz, ella rellena algún papel oficial. Levanta la cabeza, "Wir haben dich vermisst", con las cejas serias y apenas sin mirarme. "Es gibt noch einige Spargel und Soße, falls du Lust drauf hast". Me voy a mi habitación con su mismo silencio.
Ich bedanke mich nicht. Warum guckst du mich so an?, denke ich. Era tan importante que fuese?, tan importante como para no preguntarme porqué?, ahora os intereso? o sólo intereso para las funciones de gala, cuando vienen invitados y es divertido presentarme?. Qué queréis?. Qué esperáis?. Ni una puta palabra de condescendencia, ni un rastro de interés personal y tengo que disculparme?. "Wir haben dich vermisst", con el tono terrorífico de las frases que dejan eco, con la gravedad de las cosas importantes, con el jueguecito psicológico de la interpretación correcta de bla-bla etcétera und so weiter, qué queréis?.
Habt ihr auch mich vermisst, als ich traurig war?, habt ihr auch mich vermisst, als ich etwas gebraucht habe?, was fur eine Interesse ist das?. Me retiro a mi habitación. Por el pasillo voy tocando el piano de las rosas que no existen y el tic-tac de un agujero en el pecho.
Se me acabó la conversación. Ya había acabado con casi todas mis líneas de diálogo. Ya no tenía nada de lo que hablar. Ya no necesitaba ni disculparme. "Echar de menos" es un verbo que hoy me pilla demasiado lejos. A vosotros os va de puta madre. Sonreís, hacéis fiestas y coméis espárragos con salsa holandesa y patatas, no necesitáis a ningún mono de feria que no se entere de qué va la misa, no tenéis que cargar con mi cuerpo en las reuniones porque yo no estoy, yo nunca estoy, no lo habíais notado ya hace tiempo?, qué conversación os doy?, qué esperáis escuchar?, qué esperáis leer?. Os importa una mierda si estoy feliz o triste, qué tenéis que ver con lo que siento? eh?, qué?, qué interés tenéis?, os importa si canto las penas, si canto las glorias, o si me callo?, porqué me agredes con el "te hemos echado de menos"?, esperas que me lo crea?, yo qué tengo que ver con vuestra película?.
Tangentes que no se pueden cruzar. Casa está lejos. Trenes que pasan puntuales. Funcionar. Ese verbo higiénico y perfecto que no entiende de aurículas ni de ventrículos. Desde las cocho hasta la una trabajo. Días de veinticuatro horas y semanas de siete días. Seré matemático y podré sobrevivirme en el hierro de las bielas. "Ese animalito sentimental". Ya no me queda más corazón. Me llevo lo que queda. Me lo comeré a solas y a nadie le importará a qué sabe.

Montag, 24. Mai 2010

Terciopelo

"Búfalo, y tú te vas a venir conmigo", me había dicho confidencialmente en la fiesta. Llamó a un taxi y en diez minutos estábamos de camino. "Y adónde vamos?" - "Ah, es una sorpresa, tú no dices siempre que te encanta aprender? pues hoy te toca a tí ir a una clase. Tú tranquilo, si te molesta, o te disgusta, sólo dímelo, vale?".
"Dolorosa" decía la placa de la puerta. No había un gran cartel luminoso ni parafernalias anunciando lo que había allí dentro. "Un momento. Ven" fuimos a una esquina y se hizo otras dos rayas. "Esto, para que no pierdas ojo". Exageraba. Seguro. Después, me miró de arriba a abajo "recógete el pelo y límpiate un poco los zapatos". Ya no sonreía. Se peinó con los dedos y nos acercamos a la puerta. Llamó. Se abrió una rendija horizontal. Dos ojos que nos estudiaron de arriba a abajo. Se abrió, era un portero de más de dos metros con unos músculos que no le cabían en el traje, rapado y con un tatuaje que le subía por el cuello. "Pasen, seniores". Entramos y fue a hablar con él a una mesa en el recibidor. No había ambiente de fiesta. Una música suave y un tanto delicada, susurros de conversaciones y olor a cortinas de terciopelo. Suelos limpios y decoración Jugendstil. "Sin problema" volvió con una palmadita en la espalda.
Yo imitaba lo que hacía él, la misma posición de las cejas y la cara de rutina fingida. Mientras entrábamos, me explicaba. "Ésto es un local un poco... diferente, pero oye, de verdad, si te molesta o algo..." - "ya, ya, déjate de detalles y al grano" - "vale. Te acuerdas lo que hemos hablado en la fiesta?, pues Hanna trabajaba aquí, por eso se reía..." (Hanna? quién era Hanna? no tenía ni idea de quién era, pero yo asentía con normalidad) "... Qué tomas, lo mismo, no?" "... Sí, claro, pero que no te ponga mucho hielo". Una barra oscura con luces bajas. Gente con buenos trajes y perfumes caros, yo sería el más jóven de todos, la camarera que nos atendió era preciosa. Apenas nos sirvieron la copa, otra camarera se acercó "Seniores, en breve comenzará otra sesión en la sala azul, si lo desean, será un placer contar con ustedes" "Sí - contestó él - cuenten con nosotros para esta velada" "Un placer", inclinando un poco la cabeza se alejó hacia otra mesa. "Tío, a qué viene esta cortesía tan rancia?, me has traído al siglo dieciocho?", "No, hombre, no, (sonrió) esta gente te trata como si... imagínate que estás en un juego de rol, vale?, pues lo mismo, tú métete en el papel y punto, tampoco hay que cambiar tanto. Venga, dale un trago que nos llevarán la copa más tarde".
La sala azul. Un salón grande con unas sillas colocadas en círculo alrededor de una tarima parecida a un escenario pequenio. Unas ocho o diez sillas también de terciopelo. Había hombres y mujeres, "Siéntate aquí" me senialó una silla y nos sentamos como los demás, rutinarios y con aires de importancia. Una suave musiquilla delicada de fondo iba sonando cada vez más alta. Se cerró la puerta.
Del otro lado de la habitación salió una camilla. Con un cuerpo. Un cuerpo de chica amarrado con cuerdas azules. Las manos a la espalda. La cabeza tapada por una máscara de cuero azul con cremallera en la boca. Un chico fuerte empujaba la camilla hacia la tarima. Inclinando la camilla, dejó a la chica de pie en el centro. Sus ojos se clavaron en mí. Apenas podía mantener el equilibrio, tan precisas eran las cuerdas que le ataban. El chico la agarró de la mandíbula y le susurró debajo de la música "Oh, estos seniores te están viendo y tú vas desnuda, no te da vergüenza?" y le azotó el trasero sin violencia. Le susurraba algo más que no alcanzaba a entender mientras los demás actuaban como si viesen el cine. Le azotaba el trasero cada vez con más fuerza. Ella asentía con la cabeza. "Ponte de rodillas". Obedeció a duras penas sin quitarme los ojos de encima. De rodillas, cayó con el cuello y los hombros en el suelo. El chico sacó de un maletín unos guantes de látex y un bote de lo que supuse que sería vaselina. "Qué vergüenza!, voy a azotarte como a un caballo, porque eres un caballo, verdad?" - Asentía con la cabeza y emitía un gemido de afirmación - "Cómo?" - la chica repetía el gesto y gritaba el gemido. "Bonito caballo". Sacó una especie de dildo piramidal con una cola larga y empezó a insertárselo en el ano mientras la abofeteaba. La chica cerraba los ojos con fuerza. Gemidos cortos y respiración cortada. Cuando podía, me miraba. Con esfuerzo, terminó de insertárselo. Era lo más parecido a una cola de caballo ("... Buen caballo... bonito" - mientras intercalaba caricias y bofetadas).
Yo no sabía lo que sentía. Asco?, placer?, era todo un juego?. Los demás seguían atentos, alguna sonreía, a lo que pasaba ahí en medio. "Eres un caballo... no te da vergüenza?" alternando bofetadas por todo su cuerpo. La levantó tirando de los nudos y la dejó de rodillas. Le susurró "te gusta, carinio?" y ella sólo gimió. "Contéstame bien" y tiró de la máscara. Tenía una bola en la boca atada a la nuca. mientras le quitaba la bola... un momento... Steffi?... Stefanie Rössner, estudia en el... tercer curso de Literatura Inglesa, sí!, en el último examen le puse un notable. Qué hace Steffi aquí?. Se miraron y ella le dijo "Si, amo". Yo no salía de mi asombro.
"No me digas que te has puesto caliente. Delante de estos seniores, te has puesto caliente?" - "Si, amo". Se lavó las manos con vaselina y empezó a tocarle. Su cara se retorcía, giraba las manos, hacía fuerza contra las cuerdas, me miraba de reojo, cerraba los ojos con fuerza, deformaba la cara mientras respondía "Sí, amo", algunos de los espectadores se tocaban por encima de la ropa. Yo no sabía lo que pensaba. una seniora se había bajado los pantalones, hipnotizada por el espectáculo. "... Todo bien?" - mi amigo en voz baja se preocupa por mí, yo asiento, le digo "Todo perfecto", me sonríe y le devuelvo la sonrisa. Al girar la cara, aún con la sonrisa, me encuentro con los ojos de Steffi, mirando desde el cielo, mientras el chico le acaba de introducir la primera mano. Creo que ella también intentó sonreír. "Buena chica... buen caballo" - "Si, amo" entre gritos y sudor.
Pinzas, cadenillas, una tabla de azotes. Le puso un collar y la paseó de rodillas uno a uno delante de todos nosotros. Tuvo que masturbar a la seniora ("Sí, amo"), soportar la saliva de otro senior ("Sí, amo"), aguantar los sobes de una pareja ("Sí, amo"), vi cómo se la chupaba a mi amigo ("Sí, amo") y cuando estuvo frente a mí... me la saqué ("... Sí. Amo"). Terminó la ronda y volvieron al centro. Le quitó la cola y las pinzas de los labios y sacó un consolador descomunal. Cuando el chico se acercaba a ella, podía oir bajo la música que le susurraba "vamos, preciosa, hazlo por mí". Se retorcía. Cómo se retorcía. Le salían las lágrimas sin intentar llorar. Apenas entró la punta, gritó tanto que tuvo que soportar otra manta de bofetadas. Agarrada del cuello, sorbiendo mocos, "tranquila, carinio, seguro que lo soportas, estoy muy orgulloso de tí, sólo un poco más" - "Sí, amo". Yo no tenía ni idea de la elasticidad de los genitales. Es literalmente increíble. El chico le metía centímetro a centímetro aquel monstruo y ella parecía que iba a reventar. Cómo se retorcía. Cómo gritaba. Cómo lloraba. Los demás se masturbaban suavemente, excepto la pareja, que ya estaban a lo suyo. Ya no me miraba. Quiero decir, ya no miraba a ningún sitio, gemía, retorcía el gesto, pero los ojos no enfocaban nada. "Estoy muy orgulloso de ti, carinio, lo estás haciendo muy bien" - "Sí, amo" - sin apenas respiración.
Cuando pensaba que era suficiente, el chico enpezó a meterle además los dedos en el ano. Ella ya no sabía gritar. Un espectador hizo un ligero gesto con la mano. "Quieres que los seniores se corran en tu cara?" - "... Ss.. sí.. amo...". Se acercó y se descargó mientras ella creo que no se daba cuenta, estaba demasiado ocupada en respirar. "No hay nadie como tú, eres la mejor, carinio, aguanta un poco más, sólo un poco más" - "... Ssss.. ammo" y acabó de insertarle la mano también. Otro espectador se descargó y la pareja ahora era un trío. Fue sacando la mano, no sin dolor. Ella temblaba a orgasmos cuando le sacaba el descomunal consolador. "Ya está. Ya ha pasado. Eres la mejor. Estoy orgulloso de tí", se miraron, el chico sonrió y ella lo intentó, con gesto satisfecho y cansado. El trío estaba terminando, el chico le preguntó "quieres algo más de los seniores" me enfocó los ojos cansados y le respondió "Sí, amo", nos acercamos los tres que quedábamos y ella parecía feliz y radiante, brillante y cansada, mientras el chico le acariciaba la piel más irritada. De rodillas frente a nosotros fue repitiendo "Gracias, senior, es un placer" a cada uno de nosotros con una reverencia atada y difícil. El chico la levantó con sus brazos y la depositó de nuevo en la camilla.

Cuando volvimos al bar, nos volvieron a servir las copas pero nuevas. "... Y?, qué tal?" - "Pues... interesante, muy interesante" (era Steffi!, Stefanie Rössner!, cómo va a volver a mis clases? cómo voy a mirarla? - Una media sonrisa se me dibujaba involuntariamente sin saber porqué). Antes de terminar la copa, una camarera se acerca y nos dice "Seniores, en breve comenzará otra sesión en la sala roja, si lo desean, será un placer contar con ustedes" - "Se lo agradecemos mucho, pero tomaremos otra copa" - "Encantada igualmente", inclinando un poco la cabeza se alejó hacia otra mesa. "Sala roja?, hay otra sala?", "Sí, hay cuatro: Lila, Azul, Roja y Negra, has estado en la segunda más... interesante, como dices tú", "Y has estado en la negra?", "Sí, sólo una vez, pero me fui a la mitad, eso ya es demasiado para mí".

Aquella noche me perdí filosofando sobre el placer, el dolor, el concepto "juego de rol", y esas cosas. Increíble lo de Steffi. Supongo que el concepto "Lealtad" también puede ser satisfactorio. O llegar al extremo. Sólo por llegar al extremo. Como si te gusta el azúcar, y haces un espectáculo tragándote tres botes de leche condensada (menudo ejemplo) o como si eres yonki. Supongo.

Eso fue un Viernes, hoy Lunes me encuentra por los pasillos. Steffi. Los ojos de Steffi perfectamente enfocados. "Hola Frau Rössner", "... Verá usted, creo que le debo una explicación, pero no es lo...", "Un momento, un momento. Yo también trabajo, también estoy puteado y tampoco es nada del otro mundo, pero, a veces me gusta y... " - " Ya, pero a mí me gusta siempre". "... ... Ya... eee... eel Miércoles tenemos clases, no?", "Sí", "... pues no te olvides el comentario de texto, que ya mismo vienen los exámenes", "... Sí..." (Porqué esperaba escuchar la palabra "amo" detrás del "sí"?, porqué me empalmé mientras repetía en mi cabeza "amo"?). Se fue por el pasillo y yo no miré atrás. El trabajo es el trabajo, o le voy a dar clases de Literatura al "Dolorosa"?. Cada cosa en su sitio y yo, con mis gafas.

Tengo que comprar pasta, huevos y arroz. Y tabaco, que me queda poco. A ver qué me hago de cena. Lo mismo me compro unos fideos chinos de esos de cinco minutos, es rápido y llena. En fin.

Montag, 26. April 2010

Báilame

Quién te dijo que tus violines no suenan por derecho?, quién te enganió?, quién te quiere decir que tus aires no tienen el color de las rosas o de un geranio?, quién te dijo un piano de media ala y un arpa casi afinada?

Báilame.
Báilame color de fresa, muéveme los brazos color alma vuélame, vuélame del humo que se disuelve en un café a las doce y envíame a tu aire, vuélame esas manos flamencas, ay, si yo pudiera ser tus brazos. Si yo pudiera ser tus brazos te bailaba y cómo por la cintura tres veces, por la cara como las primaveras, así y así, por el aire, aire, que se me escapa por tus dedos si abanicas mi pelo y báilame, báilame que es la fiesta del respirar, las curvas de tus brazos son como si fueran vestidas de flamenca, el suspiro de tus pestanias si me dices que me miras, aire, que te me escapas igual que los mediodías, igual que las ventanas si las abres te me escapas, aire, que tus brazos son la fuente que me respira el pecho, y cómo me respira, mira, como el clavel que su cuello estira, mira, como mano que la cintura gira, mira, que si yo pudiera tocarte de la cintura, locura.
Seamos serios: Báilame.
Báilame como el azúcar en el algodón, quita los velos del cielo que roza tu pelo, pero báilame, como el aire si me prestas una tarde a la sombra fresca de las uvas, y si te devuelvo el arte, mi parte, por verte y saborearte, el calor de tus pupilas y el aire si te abanico, que tus brazos son de Verano y nata y ponte bonita, mira que voy a mirarte otra vez.
Déjame que te baile yo, que te llevo en los tacones si salgo a algún tablao a cantarte las cuarenta si tú no me escuchas, mira cómo te bailo y perdona si se me caen las flores. Te bailo, muevo el aire y te me vas en Verano de las primaveras más largas, aire, hilvanando con los dedos el aire si me bailas. Báilame. Si ya me bailas, báilame. En tu aire se me enredan los dedos si te respiro y en mi pecho, los bailes del cómo me bailas.
Qué locura!, bailar sin partitura!.

Donnerstag, 22. April 2010

Fragmento

Fragmento de un diario

(...) Le llevé el desayuno a la cama, la llevé a mi calle favorita, le eché piropos y le canté flamenco por lo bajinis. Soy un hijoputa. Lo más sincero que podía haber hecho es sólamente tener sexo y comer goulash. Seré mentiroso. No podría vivir si fuese de verdad. A ella les han gustado toda esa sarta de mentiras piadosas, esas morfinas azucaradas les han encantado. Quiere repetir la cita a toda costa. Sicilia, dice. Y qué hay en Sicilia?, una playa?, tumbarse al sol en pelotas y no poder tocar porque está tomando el sol? yo le dije Pompeya. Eso sí es interesante. Si no vamos a estar las veinticuatro horas del día follando, quiero hacer algo interesante. Tomar el sol no es interesante. Estar de vacaciones no es interesante si no haces nada. Si sólo voy a estar veinte horas follando quiero cultura y drogas a partes iguales y de gran calidad ambas. Si no, no tendrá sentido. Esas cuatro horas restantes también tienen que ser apasionadas. Este viaje ha sido genial. Ahora regreso a mi ciudad. Esta parada en Potsdam es demasiado larga. He fumado y aún seguimos esperando. Ser drogadicto le da sentido a la vida. No de una manera transcendental, profunda y telúrica, más de un modo interesante. Es interesante buscar un sitio y mantaenerte ocupado teniendo cuidado con todo lo demás: los revisores, los mirones, la policía, la gente simple y ordinaria se convierte, en diez minutos, en enemigos potenciales. Eso lo hace, hasta cierto punto, excitante. Es otra manera de estar empalmado. Estar en guardia y hacerlo bien. Después, mantenerte despierto y reaccionar a tiempo es como un juego. También tienes que estar atento y reactivo, disimular, fingirte a tí mismo en otras condiciones. No cómo estás, sino cómo deberías estar (no cómo eres, sino cómo deberías ser - Ser/estar = Sein). Tengo que imitarme para pasar desapercibido. Y cómo se puede imitar uno a sí mismo?, cómo se puede simular ser uno mismo? Eso implica una falsedad en la raíz del planteamiento, dado que simulación indica una representación de otra cosa sobre una realidad. Una respuesta sería que uno no se simula a sí mismo, sino a "modos" de uno mismo, como cuando un viernes, el perfecto estudiante se va de fiesta. Sigue siendo el mismo, sólo cambia el "modo". Disfrazado de persona normal mientras el thc masajea los dos hemisferios. La realidad es otra. La realidad es lo que ellos ven. Por eso la realidad siempre es otra. Y la verdad siempre es otra. La realidad es una alucinación colectiva, y la verdad no se puede decir, porque, simplemente, no es. (...)

Montag, 19. April 2010

Avión

Mándame todos los pianos que tengas. Mándame todos los violines, las trompas y los tambores, mándame tus mejores sinfonías y deshazte en filigranas, sangrar no puede ser algo bello, morir no es nada poético, no me vengas con la culpa del malentendido barriobajero con la intención de odiarme. Si es eso lo que necesitas, adelante, llámame barbaridades, que me lluevan insultos y que truene la tormenta de la tragedia que sólo tú necesitas, adelante, forma a tus tropas, cava trincheras, toma posiciones y apúntame a las rodillas para que no escape

Y mientras tanto, de mi cabeza baja La Diosa a calmarme desde la puerta de mi cuarto. Es mentira, sí, es mentira que bajes de mi cabeza a la puerta de mi cuarto porque tú no llamas a las once de la noche a pedirme un cigarrillo, es mentira, que me despiertes a las seis y media para ducharme temprano, es mentira que pasees conmigo por el parque y es mentira que viajemos a Ámsterdam o a Praga sólo para dormir juntos, es mentira, todo es mentira, sabes?, y también es mentira que lloré cuando te ibas, cuando me despedía desde el tren y cuando estabas dormida, es mentira, nunca nos besamos, ni hubieron rosas en el aeropuerto ni cenas en la playa. Dioses!, llorad porque todo es mentira!, que no hubo amor ni pasión, ni hubieron tormentas ni toqué el piano en tu costado, el violín en tu cintura y el oboe en tu cuello, mira cómo me circula la sangre, todo esto no puede ser poético porque es mentira, que me dijeras o que te dijese, que volásemos en aviones altísimos y que alunizásemos en tu tejado, recuerdas? yo quería plantar flores pero tú ya tenías el arcoiris, las bicicletas lloran porque ya no se acuerdan, los ríos de desesperan porque nunca los paseamos, los paisajes se queman porque nunca los subimos, nunca alzamos el vuelo, nunca fueron las doce de la noche, nunca fueron las tres de la tarde, nunca fueron las cinco de la madrugada, sabes lo amargo que es éso? ésto no puede ser bello, ningún sufrimiento puede ser bello, que la primavera se me escape por la ventana o que deje migas de pan por si te pierdes, no es poético que todo se quede vacío, que nada cuadre, que todo pierda el sentido, tendré que reírme hasta que se me desencaje la mandíbula, sí, reírme, porque todo ha sido una broma, un espectáculo, una función de circo con el "más difícil todavía" y es así de divertido, me reiré a lágrimas secas para celebrar que todo fue mentira, que no me invitaste y que no fui, que fue delicioso, que fue terrible, que fue pasional y que fue frío, y que después, ni a las once ni a la una, ni apareciste ni llamaste a mi puerta, es mentira, sí llamaste, pero no estabas, entraste y te invité a un cigarrillo pero tú no viniste, después paseamos por el parque pero tú no estabas, ni en los viajes en tren ni en los aviones ni en los aeropuertos con ramos de flores, tú no estabas, tú no estabas, y da igual si el mundo entero se paró o si guardaron luto en las iglesias porque el tren seguía adelante, los aviones seguían volando y las horas se me seguían escapando por la ventana, yo qué culpa tengo? yo sólo puedo esperar que haya sido una buena función, una función estelar, única y gloriosa, irrepetible, sólo puedo esperar un triste aplauso del público más triste, haré una reverencia y gracias por haber venido. Volveré a mi país. Me llevo a Ian y a una bicicleta. Quiero dejar olvidado todo lo demás porque no quiero fotos sin gente, cuadros sin colores ni música sin instrumentos. Volveré a mi casa y ya no será mi casa ni yo seré yo y entonces, dime, qué voy a hacer? reírme como un loco, brindar todas las noches a la salud de las cosas que nunca pasaron, beber por la gente que nunca conocí, enterrar la vida que no he vivido, haré chistes sobre mí en tercera persona y me reiré tanto que se me desencajará la mandíbula y lloraré a carcajadas de lo divertido que ha sido todo.

Rápido, vuelve a mi cabeza. Vuelve a mi cabeza te digo!, si no vuelves me abriré el cráneo y te pondré un santuario para que no escapes.
Ya está, ya ha pasado todo.
Aún no ha pasado.
Ahora puede pasar.

Sonntag, 28. März 2010

Frankfurt sin Adriana

Frankfurt se congela sin Adriana.

Detrás de los cristales, dice, me va entrando el invierno y mira qué delgado. Como las cuchillas, dice, en cristales y en trocitos de hielo se me cuelan. La piel, dice, la piel se me cuartea y me entra el frío, ése frío, que clava astillas y que no entiende si Enero o si Marzo. Adriana se recoge como las cajas de música. Abriga el pecho la medalla del aire. Se toca Adriana sin reconocer su piel. ¿Recuerdas mi ventana?, dice, entraban las primaveras por el río y el verde de las ramas, ¿recuerdas?. Los recuerdos eran como campanillas que se pierden en el eco del desván. ¿Recuerdas?, la melodía del hielo iba azulando las sienes de Adriana. Cuerdas que se desatan. Marionetas que dejan posados sus brazos en el suelo.

Yo era quien cantaba las nanas insignificantes. Era yo quien soplaba el aire de tu pelo y tú pensabas que era el aire de tu pelo quien soplaba, y entre tanto aire, burbujas para que el invierno no llegase. Tengo frío, empezó a decir. Antes de que el azul llenase su cajita de música Adriana me dijo "tengo frío". Aviones que se pierden en las alturas. Cartas que se envían desde el exilio. Yo soplaba la vela en los días de sol y ella se iba embarcando en el tejado de donde se cuelga la luna. El invierno tomó Frankfurt. Después sucumbieron Hannover, Hamburg y Schwerin. Adriana, desde su ventana, dejó de recordar el olor de la cocina y la distancia del pasillo. Cerrar las puertas del invernadero. Sellar las ranuras y conservar lo poco de aire que queda. Yo le tomé la mano y le susurré que no me olvidase.

"Mira, éste traje me lo he comprado hoy, ¿qué te parece?". "Ja, ja, ja, qué tonto eres, ven aquí y deja de hacer el mono". "¡Cumpleaños feliz!, para celebrarlo te he hecho un café". "¡Por fin me llamas!, no sabes cuánto te he echado de menos". "¡Vamos, ven a bailar!, hoy es viernes, no seas tan viejo". "Tengo que volver a Cuba. No sabes lo preciosa que es". "Buenos días, tonto". "Buenas noches, me alegra que te hayas pasado a verme"...

Sonntag, 7. März 2010

En el desván

Madre, ella es elegante como las pestañas
como los pasos descalzos ella es suave
como las guirnaldas y como las manzanas
ella es azul como el cristal que no se rompe
tiene una mano que gira con las uñas encogidas
y una cadera que no se quiebra
y medio collar de labios y hielo
que sonríen los dientes son sonrisas

Madre, ella me susurra y tuerce la voz
con su ropa tendida se pierde no suena
el frío en susurro de las interferencias
ella es constante en sus mejillas
y tiene un ojo abierto y un pie quebrado
Madre su cuello es azul
Madre su hombro es azul
Madre, susurra en azul sin tristeza
su voz muda y sin aire en los pulmones

Madre, es bellísima como las cuerdas de los violines
como las teclas de un piano es bellísima
como el hielo en el hueco de la boca
mira cómo sueña
los sueños helados de melocotón y uva
de arena de playa ya no estaba triste
Madre su brazo torcido de frío
sus dientes Madre susurran qué me susurran
las flores congeladas y una muñeca que se tuerce

Deja que susurre Madre
que no volverá Quitasueños
Ella es bellísima como el cristal
brilla como un espejo quebrado
y me sonríe Madre mientras sueña qué sueña
pasos que no da y besos sin labios
ya no está triste Madre no lo vé?
Uñas que no arañan y un ojo abierto
sí, seguro que están soñando.

Montag, 22. Februar 2010

Otro



(...)



- Sí que me hace falta todo lo que dices. Me hace falta que se me vaya la pelota, hacer el imbécil y despeinar a la gente. Si te molestó la vez que te vomité encima haberte quitado de en medio. Yo tampoco quería tener un llavero con tu cara colgando ni hacer de padre con alguien que se mira tanto al espejo. Qué te has creído? que podría haber cambiado? que podría convertirme... en qué?. Para mí que te has equivocado. Tú allá si pretendes parar las mareas, o retrasar el tiempo que tarda el sol en esconderse. Y me echas en cara que soy un hijoputa? un engreído? un egocéntrico? claro que sí, joder, no me lo quito ni con agua hirviendo. Vas a venderme tus moralinas y tus flores? anda que te aguante otro las pataletas y las charlas de las telenovelas, ESTOY OCUPADO, no ves? me quiero y me ocupo de mí, me cuido, te parece poca tarea? ponerme entre paréntesis para echar un par de polvos es instinto y si sé que va a ser un problema me la casco y en paz. Voy a hacerme un Cristo por una cama y un agujero? vas lista. Échame los perros, dispara, ponme una bomba en la cocina, me han explotado tantas cocinas que como en el servicio, ya no me merece la pena repararla. Sí que me hace falta. Me hace falta hacer todo lo que me echas en cara. Y me encanta. Yo necesito poco, con pocas drogas voy y vengo de la luna. Con tanta poesiíta y tanta pollada. A otro perro con ese hueso, si te voy a tener que pedir perdón cada vez que pote en una iglesia voy a tener trabajo. Tú misma con lo que te haces...
(Se fue poniendo la chaqueta y colocándose la corbata)
... Y qué quieres que te diga, te diría que lo siento, pero es que no lo siento. Ahí te dejo el libro que me pediste. Es bastante malo, pero a tí seguro que te gusta, te lo puedes quedar. Y no te cagues en mis muertos, que el que escupe hacia arriba, le cae en la cara. Ésto queda entre nosotros, vale?. A la gente no le interesan estas cosas.

(...)

Donnerstag, 11. Februar 2010

Dime que me quieres, tonta

Dime que me quieres, tonta. Dime que te gustan mis pestanias y la caída de mi pelo, dime que vamos a un concierto y llévate el violín, que yo me llevaré el tambor y el saxofón, llévate la trompeta que yo me llevaré el trombón, pero dime que me quieres, tonta, dime que pelearemos como tigres y que aterrizaremos el avión en medio del océano, para que no falte pista, dime, dime, que soy capitán general y tú eres la emperatriz de lo más grande del mundo, qué más quieres? dime que ganaremos el siguiente asalto, que venceremos la próxima batalla, dime que vamos a salvar al mundo con nuestras manos, dime que no va a terminar y que maniana será mejor, dime que me quieres, marcaremos goles desde el centro del campo y el Real Betis Balompié será el campeón de Europa, de Europa!!, dime que me quieres, tonta, y todo esto explotará de una manera magnífica y generosa, maravillosa, fabulosa, mejor todavía que los fuegos artificiales de la feria de mi pueblo. Fin del torneo. Ganadores: nosotros. Mesa limpia y bola extra, barra libre, como si el cielo pudiera ser una barrera.
Dime que me quieres y te compro un caballo. Dime que me quieres y te traigo un saco de aceitunas. Dime que me quieres y te pongo un balcón con geranios. No seas tonta, nos iremos por las azoteas a saltar por los tejados, zarparemos un barco gigantesco y no habrán vías que se nos resistan, a la de una, a la de dos, a la de tres... Alehop!, dime que te ha gustado el gesto que he hecho, dime que te ha parecido graciosillo y ligeramente ingenioso, reconócelo, déjate caer, tonta, dime que me quieres, que por ahí asoma la primavera -no la oyes?- y tengo el arsenal pletórico, y si tú quieres, coje el violoncello que yo cojeré la guitarra, coje la tuba, el oboe, la flauta, yo cojeré el piano y las arpas, tocaremos todos los instrumentos, todos, y sonará una sinfonía de ángeles, de paraíso, de alegría y vino manzanilla, de queso y jamón, a gloria va a a sonar -otro gol del Betis? esto es mejor de lo que esperaba!- dime que me quieres, sólo éso es lo que le falta a este pastel, ves qué fácil?, dime que vamos a hacer un concierto nosotros, maravilloso, no?
Después no digas que no te enteraste, que no sabías de qué iba la película, no te lo puedo poner más fácil, no digas que no sabías las cosas, tú dime que me quieres, tonta, y ya está.

Dienstag, 26. Januar 2010

 
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