Otra mía otrería

No me digas que no te queda sitio para otra más.

Te acuerdas?, te acuerdas? de las noches las fiestas los gritos, todo daba igual había colores gritábamos, asaltábamos cerca de la catedral el tesoro de los colores de los días que quedaban por venir, y más, mucho más, robábamos de alguna manerala desesperación de todos los demás, las tragábamos, las metabolizamos y, a cambio... explosiones.
No me digas que no te acuerdas, no digas mentiras, como los cohetes descabezados sin dirección y quién le pone el collar al tigre nosotros mismos, es la únca manera de saber cuándo viene y al cabo, otra subidita que tiraba al río, a un servicio o afuera para que no nos vieran, desatábamos el zoológico a base de bien por los callejones, dijiste que veías un tren pero era la calle, dijiste que era un concierto pero eran auriculares, dijiste que tenías prisa y todos la teníamos, menuda apisonadora!, collares a las estátuas y coches de policía, corremos más no hay que preocuparse y ahora... dices que no te queda sitio para otra más... no me jodas.

Después el día siguiente traía más días siguientes y los días siguientes traían aún más, más trenes más ríos y más rincones, más prisa, vestidos de maquinista a ver dónde descarrilábamos el avión dónde va a ser en medio del océano, lógicamente, el teléfono de plástico que comunicaba con el presidente de los obras, cambiémoslo todo de sitio, pondremos la gravedad ahí arriba y el que no quiera puede tomar la primera ventana que le lleve a otra bicicleta por si acaso llévate la campanilla que no te pierdas -Disculpe seniora, ha sido sin querer- canta otra vez la misma sinfonía, llena aquí parece que va por la mitad y entonces... entonces...

Barrabasadas una detrás de otra porque hoy es hoy, y maniana también será hoy y entonces qué problema tienes? pelos de colores y bares a puerta cerrada por si sale el sol "aquí lo llevo" pues te lo guardas porque todavía no es la hora, abigarrados como cosacos fuertes como un precipicio vértigo como la acera de enfrente, lancemos lazos a ver quién la asalta antes y vas tú y dices... que no te queda sitio para otra más? cavaremos como las lombrices a ver qué alto subimos, buscaremos como moscas el panal de rica miel, subiremos al subterráneo porque la familia sigue de fiesta, de fiesta, celebran que hoy es hoy, y maniana también será hoy y entonces... No me digas que no te queda sitio
para otra
más.

Donnerstag, 19. November 2009

"... Y que viva la poesía!"

"... Y que viva la poesía!"

Digas lo que digas van a entender otra cosa
das una de cal y recibes tres de arena

"... Y que viva la poesía!"

Y si sufres las venas y escupes sangre
te dicen qué bonito y qué estilo tienes

"... Y que viva la poesía!"

Dándolo todo por las aceras y las avenidas
y te dicen que eres del grupo de las rosas

"... Y que viva la poesía!"

Preocupados más del aburrimiento
que de sacar algo realmente auténtico

"... Y que viva la poesía!"

De cabeza contra los trenes con el mono de trabajo
y que vengan quince mil vendiéndome tonterías

"... Y que viva la poesía!"

De otra manera

Harto de recorrer autopistas, gasolineras, puentes y pensiones de mala muerte me viene un tío perfumado con el maletín del telovendo, me quiere suscribir en el club de las margaritas y los parques floridos, de qué? - Sí, haces lo que buscamos, eres de los nuestros. No me lo creo, primo, ME AHOGO, no me ves?, te digo que estoy de mierda hasta las orejas y me vienes con un disfraz de pastelero? y encima me insultas diciéndome que hago qué? lo mismo que tú? no me ves la grasa en las manos? no ves la mariconería que destilo? SOY UN TRABAJADOR, un currela, un jornalero y si te digo cuatro verdades es porque me da dolor de barriga el aguantármelas, no tengo tanto tiempo libre para hurgarme en el ombligo. Dame gasolina, dame un mechero, verás la que te lío en un minuto, véndele la moto al vecino de enfrente, yo no trabajo lo que tú vendes.

Mittwoch, 11. November 2009

El correo que siempre llega tarde

No deberías tomártelo como algo personal. Yo sólo pasaba por ahí, eso es todo. A lo mejor se me empaniaron las gafas, ya sabes, uno no ve bien cuando los cristales se mojan y el resto, el resto sólo se desdibuja entre las dioptrías y las gotas. Yo no tenía intenciones de nada de eso, estaba lloviendo como siempre y yo no tenía paraguas. Y tampoco me di cuenta de que las cosas que decías eran importantes, no me di cuenta que realmente tenías problemas, ni me di cuenta de lo ninia que eras. Yo sólo te creí, te tomé la palabra, pensaba que sólo era eso, una charla de café, poco más, la ropa tendida al sol de la estufa y el calor del microondas antes de que la campanita suene. Después ya sabes, volvieron a ser las seis de la maniana y me quité el traje de sirenita, de princesa, y nos fuimos disolviendo mientras a cántaros caían del cielo ladrillos que tiran a dar, problemas, papeles, enredos, madejas y mil películas más que sólo uno se cree, mientras, nos íbamos disolviendo en el siguiente chaparrón.
Y después de haberme ido te llegaron las postales que te mandé hace tiempo. Después, cuando ya estaba lejos, un Deus ex Machina a destiempo, a toro pasado, una explosión silenciosa que salpicaba a todo el que pasaba cerca. No me pudiste pedir explicaciones y no pude dártelas, como mucho me pitaron los oídos cuando iba en algún tren a nosédónde, yo pensé que era el tiempo, tú conjurabas al cielo y al infierno en contra de los silencios que qué se le va a hacer. Preguntas retóricas que no tienen soluciones, que se saben y que no queda bien decirlas, preguntas que quedan bien porque son preguntas huecas y que te dejan hueco cuando las preguntas, preguntas sobre las preguntas mientras yo esperaba en alguna estación que me llevaran a la primera primavera.
Y ahora, ya ves, chaparrones como ladrillos, películas que sólo uno vive en su cabeza. Ahí afuera apenas hacen dos grados y son las dos de la tarde. Por alguna razón lógica sigo sin paraguas y cuando se me mojan las gafas siempre te veo de alguna manera, ya sabes, como cuando pongo el tocadiscos. De cualquier manera, lo que te quiero decir es que está bien, quiero decir, que está bien todo lo que hiciste, es lo que se tiene que hacer en esos casos, tuviste razón, toda la razón del mundo y si llueve, que llueva, eso depende del tiempo, contra eso no se puede hacer nada, como mucho, comprarse un paraguas y encender el microondas, poco más.
Y dentro de poco cogeré otro tren y me llevará lejos y esperaré a la primera primavera y te volveré a echar de menos cuando no me piten los oídos y seguirá lloviendo y esa película sólo la viviré yo y qué le importa al vecino y en fin, ni siquiera merecerá la pena que te escriba una carta para no mandártela, el correo siempre llega tarde y las cartas, cuando las lees, siempre suenan melancólocas y qué va, "eso es así", no?. En fin, qué te voy a contar, si tienes razón en todo?.

Montag, 9. November 2009

 
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