A mí tampoco me ponen las florituras, y para hacer bien esto no hace falta traje de gala, más bien el mono de trabajo.
Cómo fue la cosa?, Alemania era, no? sí, cuando llegaste no hacía demasiado frío. Cómo le apestaba el sobaco a aquel chino. Shoko era la japonesa más asustadiza y yo me escapaba al río cuando se ponía el sol, me envolvía las tripas de tabaco por aquello de la anestesia y te dije con miedo que de vez en cuando yo escribía, tú sonreíste y aún no sabía porqué. Cómo fue la cosa?.
Cafés con helados de vainilla, Rosenkeller, Peter, Ian (Ian!), fiestas con rubias fascinadas por sus traumas espanioles, bicicletas, bibliotecas, y así te podría desarmar el rosario entero sólo con seis meses, de qué venías huyendo? es igual, a estas alturas eso es una pregunta retórica.
Lo último que me acuerdo es que Guillem llegó justo para despedirse a Jena West. Estábais todos y yo tenía el alma encogida. Qué musitaste?, qué musité?, poesía la de la tragedia de la tarjeta de crédito, ésto no, ésto siempre fue un trozo de carne cruda.
Después tu blog. Nos tomamos la tensión de vez en cuando lo suficiente para odiarnos. Poco más. Eso es sano. Un lujo. Me dices que te caes de la convocatoria, que no juegas más, que ese circo de títeres ya no calienta un dedo. Tienes toda la razón del mundo. Si me dices que es una mierda es cierto. De eso se trata. Ésto no le importa a nadie. No es maravilloso?.
Si me dices que estás cansada, que se te ha pasado la fiebre, que no hay nada nuevo bajo el sol, que sobreabundan los niniatos y que nadie tiene eso que enciende la chispa, si me dices que no merece la pena, no tengo nada que discutirte, esta canción la podemos cantar a dúo, pero mira alrededor, pilla una buena autopista y a correr... pero corre bien.
Y si no te sale, pues después te saldrá, somos supervivientes, eso nos da un privilegio, podemos venir a contarlo, hemos masticado muchos kilómetros, hemos aprendido a torear toros más grandes y a tí no te falta motor. Tú te avías sola. A tí no te mata una bomba, eso lo sabes tú y por eso te vas y por eso te dejo que te vayas, lo poquito que te falte lo pillarás por el camino. Seguro. Lo jodido es que el río no se para. Este río va a seguir estés o no, esté o no. Si te digo que te voy a echar de menos seguro que te ríes pero eso ya importa poco. Esto no deja de ser un trozo de carne cruda.
Ahora, espero que no salgas a la calle del Féisbuc a alegrarle la vida al vecino de enfrente con un mensaje instantáneo, espero que tengas la decencia de no quitarte del alcohol y de las drogas, sería de réquiem, por cierto, a partir de ahora escribirás comentarios a las poesiítas que más te gusten?, les dirás a tus amigos que "escriben bien"?, les darás consejos?... No te rías.
"Fue bonito mientras duró", no se dice ésto en estas ocasiones? -Déjame que me encienda uno-
En fin, prefiero pensar que vas a mutar en otra cosa y ahora te estás haciendo un capullo, prefiero pensar que va a salir otra cosa, porque quieta no te puedes quedar, sólo una cosa, si se te puede decir, ten cuidado y sigue sobreviviendo, porque estamos de acuerdo, ésto no merece la pena.
Poesías como torres nevadas. Estaciones como las de tren. El tiempo desmoronándolo todo. Pienso en Ian y se me parte el alma. Prefiero pensar que ésto es cojonudo. Que, de alguna manera, tenemos suerte, que todavía no es la hora de aterrizar el barco en una azotea, que queda todo todavía, y eso no es poco.
Perdona por haberte disparado a las tripas. Quería haberte hecho sangre pero sé que de eso no puedo ya. En realidad, lo que yo quiero decirte es que... sería un punto... si no cierras del todo el blog. No?.
Como los cigarrillos que se acaban de fumar. Como cuando se pide la cuenta antes de salir. Como cuando uno pasa la gripe. Jugaré a ponerle violines a ésto y empezaré a acostumbrarme a hablar en pasado cuando me refiera a estas cosas. En fin. Supongo que te pasarás por aquí alguna vez. Nos seguimos viendo, vale?.
Cuídate.
3 Comments:
Yo no me meto donde me pueda sentir jilipoyas, pero aquí sí me siento como un condottiero de la pluma para decirte que este texto es un fresco trazado visceral autoficticio muy a la altura de los primeros efectos transoceánicos de la grungedad. Será por lo dolores.
Ay, desiertos sin colores. ¡Cuánto me gusta leerte en prosa dura!
...fresco trazado visceral autoficticio...
Me acusas de no tener alma. En su defecto, de desagradecida. Ya ves. Sigo caminando. Quería romperte las tripas, romperte las tripas y lanzar escupitajos sin sangre que dejaran marcas imborrables. Me va la marcha. A ti también. Demasiado para nada. Cabalga y corta. A este, que le eduque otro. Me voy porque se acaba. No es una mierda. No tiene sentido para el resto. Ha dejado de tenerlo para mí. La mirada del reflejo ya no me sorprende. Es la que ve el resto del mundo. Guardamos la carpeta y salimos al recreo. ¿Un café? Markplatz, por favor. Te espero en el Boulevard. Todas las ciudades tienen uno. Un congreso. Quizá algún día nos encontremos. Mientras, pregúntale al otro que cuándo nos vemos.
Camino de puntillas con las botas puestas, de elefante a bocadillo de jamón, primo... A BOCADILLO DE JAMÓN. Pa' que veas. Yo todavía no me lo creo. No dejo nada y lo dejo todo. Al fin y al cabo, vienen siendo lo mismo. Sólo me vuelvo al papel, las teclas me están envenenando los dedos.
El azul te sienta bien. Me gusta mucho más que la boa de plumas. Nunca me quedó claro el color, pero tengo una rosa para ti. Si la quieres.
Mordiendo calcetines y arañándome las muñecas. Así nacen las cosas nuevas. Repanzongadas de camas. Un, dos y tres y deciséis también. Yo quiero ser persona. Nos distinguen los bocados y nos encuentran las miradas. ¡Échale huevos, ovarios o lo que sea! Hay escuelas de flamenco hasta en Japón.
Yo quería ser bohemia. Pero no me sale. Así que me conformo con esto. Al próximo que me llame pija, le enseño al gato.
Pues eso.
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