Había llegado tarde
Decía algo de su abrigo de piel
Café sin galletas
Sacudiendo las plumas
Algo escondido en las venas
Y una habitación blanca
Te traigo el cielo
Su cenicero lleno
Pensaba que nadie me conocería
Cubitos de hielo
Cucarachas era su manía
Ese olor
Seguía hablando Dios mío
El balcón lleno de gente
Mirando las paredes
Déjame clavarte las alas
Hay girafas en mi salón
se están comiendo los libros.
Galletas
Publicado por Búfalo um 17:10
Etiquetas: Telegramas
1 Comment:
Buenísima segunda estrofa, con la rima mágica de cielo y hielo.
Excelente el contenido.
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