Lo que viene a decir es "te pongas como te pongas, te van a dar bien", o sea, "si piensas que tu Dios te va a salvar, vas listo; si piensas que tu político favorito tiene la solución, vas listo; si crees que tu banco te lo va a devolver, vas listo, pero como vas listo del todo es si no haces nada", porque claro "la cosa está terrible, pero tranquilos, ésto se va a poner mucho peor" (traducción para que me entienda mi madre). Ha salido otro que piensa lo mismo que mucha gente pero ojo: éste lleva corbata. A éste hay que creerle porque tiene estudios. Habrá que reunirse en grupos de cien personas para recitar un estoico y lamentable "Amén".
Lo mejor es que esto se viene abajo sin una tercera guerra mundial, pero esto no es nada nuevo. Ya no nos queda (casi) nada en lo que creer. Así de triste. Los de mi generación (con otra educación) no hemos tenido ni tiempo de fracasar y ya nos toca llevarle flores al fiambre. Menuda suerte. Parece que es el momento de salir de fiesta. Disfrutemos, seniores, que lo que viene no es agradable.
Sólo una cosa más. Que quede claro que aquí el enemigo no es el vecino ni el de enfrente, ni presidentes ni aspirantes ni conspiradores. El enemigo es un banco, una Sociedad Anónima, un ente que existe, pero que no se le ve. Lo demás es humo.
Tranquilos. No nos van a comer. Ya nos han comido, lo que pasa es que... tenemos una digestión muy pesada.
Hagamos sitio en el santoral para Alessio Rastani, primer profeta del siglo XXI, que sale en la BBC y en mi internet, ya sabemos lo que nos espera si nos libramos del fin del mundo en Diciembre del 2012.