Este caos me está matando.
Bowie.
Bowie.
Haremos suenios con las siluetas de las velas, haremos, haremos naufragios desde el sofá hasta la taberna, haremos, teatrillos de vino blanco y resina de jachís, haremos, haremos, la tos afónica del gritar desde la playa, haremos, poemas como si fueran trozos de carne, sinfonías como matanzas, ebrios de sangre de toro, por las noches de encaje negro que si estaba la playa cerca, haremos, haremos, haremos de un café una masacre, de un verso un suicidio, de una metáfora un arma brillante que te retuerza las tripas y que te exprima el pecho porque es una metáfora brillante y si te la comes te estalla en el alma, haremos, haremos de todo ésto una confusión, un sarcófago cubierto de tres metros de piedra maciza que pesa lo que pesa un papel, haremos, batallas para demostrar que somos fuertes y que nos queda mucho por destrozar, haremos, haremos, suicidios y entierros para demostrar la gloria de los supervivientes, nos pondremos frac y traje de noche, un elegante color negro y midiendo con el rabillo del ojo las coordenadas del otro por si suena una bomba y estalla cerca, y haremos, haremos, haremos, ametralladoras que arrasen con un estilo arrollador y descabezado, porque sin cabeza se piensa mejor, haremos, muros sólidos con ladrillos de la a a la z alternando espacios en blanco, espacios en blanco, haremos, viajes en silencio para comprobar que podemos bucear más de diez primaveras sin soltar prenda, haremos, haremos esas primaveras, haremos esos inviernos y todo lo demás, haremos un mercado a base de fotografías de las que nunca se pueden contar, porque nunca se pueden contar, haremos, haremos el silencio de tanto ruido que haces desde tu esquina, con esa postura de superioridad, pensando yo lo he superado, yo no, yo lo tengo atravesado en la garganta y cuando no duermo me la parte, dime, haremos, haremos, el disenio de las nuevas arquitecturas para llegar más alto todavía, y desde allí arriba, saltar aún más a ver cuánto cielo cabe en un bocado, haremos, otro viaje directo a un precipicio aún mejor, haremos como si tuviéramos alas, haremos, haremos propaganda de venta de almas, haremos un bombardeo y caerán santos de cabeza, haremos, haremos y volveremos a hacer, como Catulo, y cuando hayamos hecho lo que haremos, cambiaremos el órden para que no sepan lo que hemos hecho y lo que haremos, como Catulo, como Catulo
como Catulo.
2 Comments:
Me suena al vivamus atque amemus
Gloria
Demasiadas tareas...
Vivir siempre en el instante inmediatamente posterior a un ladrillazo en la cabeza hace estragos en la voluntad de las personas. Para mí la vida no comienza con el primer motor, o big bang; comienza con lo que yo llamo "el ladrillazo original", es decir, aquel que provocó toda esta desidia querida mía...
A mí me encantaría que me invitaran a algún lugar donde me prometieran no hacer absolutamente nada, sin quejas ni alaridos ni reproches de esos otros, monos recolectores incapaces de abstraerse de si mismos, que suelen viajar para contar que han estado allí (tan ocupados en inmortalizar el momento en foto, audio y video, que no lo viven).
¡Aaaargh! ¡Todo es una mierda!
(anoche me acosté a las tres y sólo he dormido tres horas, será eso)
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