El Otonio se cerró con veneno, el Invierno se curaba las heridas con drogas y a dieciocho grados bajo cero no hay ni gatos por los callejones. Mientras tanto, las postales decían otra cosa.
Pá, Merchi, Miguel, Punki, Anita, Gitano y muchos más, qué fue lo que nos metimos? todos teníamos algo de algo y, entre algo y algo, chaparrones por las avenidas, botellas en los bolsillos del abrigo y tabaco nervioso y mal liado. Un gramo de Speed y otro de eme-dé-eme-a, los pillé para la ocasión, la ocasión de perder el estilo, torcer la boca y dejarse seducir por la barbaridad y el escándalo. Tenía derecho. Soy un buen trabajador, hago bien mi cometido y nadie tiene queja. Puedo permitírmelo.
Menuda pandilla de gente respetable. Un manojo de ángeles torturados buscando la redención en el canto de un carnet. Licor y humo, frío, música altísima y, en el espejo del club, mi cara torcida Tengo la cara torcida - No te preocupes, con ésto se te pondrá peor, la gloria, mi alma lo necesitaba, ventiscas, zarpazos y martillazos. Fuera, los demás no intentaban ocultar nada. Todo era perfecto, exagerado y grandioso.
Haciendo la ronda nos uníamos a cualquiera que quisiera, ventanales esquinas plazas y fuentes, armándola por el camino, desenfundando botellas, pidiendo hielo, rellenando los vasos, las carcajadas de Merchi y los cantes de Gitano, otra? - otra, brindando con todos mientras buscábamos una guitarra, otro chaparrón y a otro local. Íbamos benditos. Podría florecer el suelo a nuestro paso.
Abusando a mordiscos de una noche perfecta, el placer del veneno en pequenias dosis, el violín entre conjurados que se olvidan del disimulo, viviendo a bocados y que cruja todo lo demás. Poesía en estado puro. A las cinco de la tarde se me olvidó el eme. Me quedé dormido en el sofá con el alma serenamente al revés, satisfecho y aterrizado, iluminado e inconsciente.
y otra de arena
Publicado por Búfalo um 21:42
Etiquetas: Abenyusuf, Crónicas, Telegramas
2 Comments:
No desaparezco, pero ver a Abenyusuf reaccionar de manera tan histérica e irracional, cayendo en la vileza de los insultos directos y personales y si contraargumentar nada de lo que le digo, verlo "ladrar" de esa manera supone para mi una gran decepción.
Me molesta que por ser crítico con Hamás se me considere simpatizante de la pólítica de Israel (considerar eso es un rasgo extremista y fanático). Tengo mis ideales y no quiero que nadie me asocie con posturas con las que estoy por completo enfrentado. No puedo compartir un lugar común con laguien que apoya abiertamente a Hamás (sí, el clásico extremismo de los neófitos, que ni para eso ha sido original el Sr. Palau). Tampoco lo compartiría con nadie que intente justificar la brutal ofensiva israelí, pero como ya dije, ello no me va a llevar al otro extremo.
Es difícil ser fiel a uno mismo cuando cada dos por tres me encuentro con reacciones animales como la suya, pero, como dije en el poema, soy una roca a la que el viento intenta mover ofreciendo su tregua de aire y agua. No podrán conmigo. Gracias por tu comentario.
Saludos!!
Corto y cambio.
Salto y llego alto.
Me encanta tu cara torcida. Torzámosla de nuevo, pero para que no se note que sea un pezón. Empecemos por andar boca abajo, démosle un nueva visión al mundo. Si quieres hago unos guantes con almohadillas. La clave está en olvidarlos en el lugar oportuno.
Vámonos para tener un lugar al que volver, balanceándonos entre palabras.
Firmado:
Anat Devueltadesímisma.
P.D: También me gusta que las cosas crujan, pero eso te lo cuento otro día.
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